Se lleva mal con la LEB el Leche Río Breogán desde el desgraciado reenganche con la segunda categoría del baloncesto nacional. Tres intentos ha consumido el club lucense en su afán de regresar a la ACB: la máxima de a la tercera va la vencida no se ha podido cumplir. Los Barrios se cruzó en el camino para truncarla.
La primera tentativa resultó también la más desgraciada. Tras el descenso, hubo que articular un club en precario tras la marcha de Jesús Lence de la presidencia. Retornó Raúl López al puesto, el presidente con el que se había logrado el último ascenso. Se formó un equipo que se entregó a Josep María Izquierdo en la dirección. Pero el técnico no se adaptó a un club con muchas exigencias, ni la plantilla armada respondió a las expectativas. Durante muchas jornadas se coqueteó con los puestos de descenso, e Izquierdo fue sustituido. Le reemplazó primero el actual director general, Chete Pazo, y después, Paco García, que no podría remediar el mal inicio, y el equipo ni siquiera se pudo meter en los play offs.
En la segunda temporada, se pudo llevar a cabo una planificación más sosegada. Paco García españolizó la plantilla, y se buscaron jugadores con experiencia en la categoría, que supieran lo que es ascender o pelear por el ascenso. El rumbo del equipo resultó óptimo durante toda la temporada, incluso se consiguió el hito de la Copa Príncipe. En ese momento, supieron responder ante la máxima exigencia. Sin embargo, en los partidos clave hasta el final, en los que podían definir su acceso al primer puesto y el ascenso directo, fallaron. No estuvieron a la altura. Sí consiguieron meterse en la final a cuatro al arrollar al La Laguna. Pero no pudieron en ella con el Bruesa.