El entorno de la playa fluvial de O Corgo ofrece un paraje de calidad en el que solo la falta de servicios y la proximidad de la autovía rebajan el nivel de la oferta
29 jul 2009 . Actualizado a las 19:53 h.El verano ha empezado a dejarse ver en Lugo. Ahora los largos días de verano ya se pueden aprovechar. Las tardes en casa viendo la televisión pueden ahora ser sustituídas, al menos hasta que las nubes lo permitan, por un baño en uno de los ríos que discurren por los montes cercanos a la capital. En O Corgo, a sólo 14 kilómetros de Lugo, se encuentra un paraje en el que la belleza del entorno y los espacios habilitados para el baño harán que el visitante disfrute de los días de sol sin apenas alejarse de la ciudad.
En la playa fluvial de O Corgo, las aguas del río Chamoso atraviesan el lugar dejando un paisaje de gran belleza. Los campos con la hierba recién cortada ofrecen un buen sitio para tomar el Sol. Pero quien prefiera darse un baño para refrescarse puede hacerlo con total tranquilidad. El río es poco profundo en la zona y las instalaciones cuentan con unas escalerillas para ir entrando poco a poco en el agua. Asimismo, aunque en verano los días duran más, el turista que desee cenar en una de las mesas que hay en el lugar puede hacerlo. Para ello hay instalados unos faroles a los pies del lago que forma el Chamoso en esta playa fluvial.
Pero en esta área de recreo hay varios detalles que degradan un poco la oferta. Al otro lado de la carretera que da acceso al lugar está la A-6. Así que la tranquilidad se ve, en ocasiones, truncada por los ruídos que producen los coches que circulan por la autovía. Asimismo, hay un pequeño parking a la sombra debajo de la autovía, pero la explanada está bacheada y llena de porquería por lo que lo más recomendable es aparcar al Sol. A esto hay que sumarle que la playa no cuenta con servicios públicos, algo indispensable en un lugar de estas características. Detalles estos que enturbian una oferta, por lo demás, muy atractiva.