«Es una rotunda mentira que quedase déficit. El club quedó saneado», asegura el propietario de Leche Río
12 jun 2010 . Actualizado a las 11:42 h.La junta general de accionistas con la que el Breogán inició el pasado jueves una nueva etapa, dejó en el aire la sensación de que quedaban dudas por resolver en cuanto al capítulo económico. La realidad de las cuentas presentadas indicó que el club debe afrontar un déficit de 552.000 euros. Según indicó el presidente saliente, Raúl López, «el mismo que tenía cuando lo cogimos».
Y es en este punto en el que se ha generado la principal controversia, y que ya fue motivo de la pregunta de un accionista, Ricardo Díaz, en plena junta. ¿No había afirmado Jesús Lence que las cuentas habían quedado a cero?, inquirió Díaz. A lo que se le contestó que la economía celeste está auditada, como corresponde a una sociedad anónima, y sus números «a disposición de los socios» para comprobar la veracidad de lo afirmado por López.
Lence insiste en reafirmarse en su postura, y es contundente al asegurar que cuando él cesó en la presidencia del club, tras el descenso a la LEB, había dejado las cuentas a cero. «Es una rotunda mentira que quedase ninguna deuda. Quedó saneado», explica el dueño de Leche Río. Es más, lanza un reto: «Emplazo a Raúl López a que demuestre con números dónde está esa deuda de la que habla».
Lence hace sus cálculos: «Sólo quedó una deuda de 100 millones de pesetas, por un crédito que tuvimos que pedir en Caixa Galicia por subvenciones de dos años del Concello y de Deportes que estaban pendientes de cobro. Pero además, ese crédito lo pagué yo con intereses. Es más, sé que el Concello abonó después lo que debía; de Deportes, eso sí, no lo sé». Y añade, sobre su último año en la entidad: «Me costó 250 millones de pesetas de mi bolsillo, 100 ya sólo de la esponsorización».
Los últimos cuatro años
En la junta de accionistas se desgranó la actividad de las cuentas en los últimos cuatro años. «Había una deuda de 306 millones de pesetas y el club estaba abocado a desaparecer», explicó López. «La credibilidad no era buena y las puertas estaban cerradas en el empresariado», añadió, y explicó que se hizo utilización del fondo de regulación de ascensos y descensos, a través del cual el club recibió unos 215 millones de pesetas, «con lo que la deuda se quedó en alrededor de 100 millones». En ese primer año tras el descenso, el club habría obtenido un superávit de 6 millones de pesetas. «Pero deportivamente, no pudimos retornar a la ACB», lamentó López.
En la segunda temporada del consejo saliente, la 2007-2008, López explicó que les habría quedado por recibir una subvención pactada con una consellería de la Xunta de Galicia (la de Industria). «Confías en lo que dicen; la Diputación ha cumplido y el Ayuntamiento también. Pero hay una consellería que no cumple y a partir de ahí empiezan los problemas», señaló López.
En el tercer curso, 2008-2009, López confirmó «un desfase» de 450.000 euros. «Nos afecta la crisis. La afición nos falla por ese motivo, y en abonados tenemos un desfase de 60.000 euros y en publicidad, de 400.000. Hay empresas que no dan», señala. Y califica ese desfase de 450.000 euros como «una rémora».
En la cuarta temporada, que que finalizó este año, efectuaron «un plan de ajuste». «Cumplimos el presupuesto y hemos paliado déficit, con un pequeño beneficio», afirmó López, que añadió como colofón a estos cuatro años: «Voy a dejar el club en la misma situación. Pero en aquel momento desaparecía y ahora puede seguir desarrollándose. Nos hubiera gustado dejarlo sin deuda, pero es difícil otra cosa». Lamentó, además, que durante dos temporadas no recibieran dinero de Deportes, «aunque este año sí lo hemos recibido de la Secretaría Xeral para o Deporte».