1La Sociedad Filarmónica de Lugo está de celebración, pues en este 2011 cumple 65 años de actividad ininterrumpida. Toda una vida en la que la organización trajo a Lugo a reconocidos músicos y grupos de todo el mundo. Pero ayer era un día doblemente especial, pues llegaron al concierto número 600. Y lo celebraron, como no podía ser de otro modo, con una actuación extraordinaria y espectacular. Desde Londres llegaron los 4-Mality Percussion Quartet, directamente al Círculo das Artes, donde actuaron a última hora de la tarde. Este cuarteto de percusión exhibió toda la sonoridad de los tambores, gongs, vibráfonos y marimbas, en un espectáculo que trasladó a los asistentes desde Japón hasta África, pasando por el Caribe. Con esta actuación termina el ciclo de conciertos iniciado el pasado 28 de enero. Pero la Sociedad Filarmónica seguirá trabajando a favor de la música. ¡Felicidades!
Exposición sobre drogas
2De música pasamos a una exposición, pues unos quince reclusos de la de cárcel de Teixeiro visitaron ayer la muestra Hablemos de drogas, situada en la plaza Horta do Seminario. Se trata de una actividad que organizaron voluntarios de la obra social La Caixa. El objetivo de este encuentro es facilitar la inclusión social de los internos del centro penitenciario, a la vez que sensibilizar y prevenir el consumo de drogas. Los reclusos estuvieron acompañados de personal especializado de la Xunta, voluntarios de La Caixa, el presidente de la Asociación de Voluntarios de Galicia, Antonino García, y la gestora de Acción Territorial de Galicia de la Fundación La Caixa, Susan Santos.
Un nuevo libro
3Terminamos con literatura, que llega de la mano del lucense Claudio Rodríguez Fer, que ayer presentó Meus amores celtas, número 15 de Unión libre. Cadernos de vida e culturas. El acto tuvo lugar en la Galería Sargadelos, y en él intervinieron, además del propio autor, la escritora Carmen Blanco y el investigador de la Universidade de Santiago de Compostela Manuel Fernández Rodríguez, ambos coordinadores de la revista Unión libre. Claudio Rodríguez Fer fue profesor en las universidades de Rennes y Lorient, en la Bretaña, y tuvo una larga relación con otros países celtas como Irlanda, Cornualles, Gales, Escocia e Illa de Man, una huella que se refleja en esta obra.