Entre la abundante cantidad de información recabada por los investigadores figuran referencias de la existencia de una gran arca enterrada en una parte del solar del Queens en la que Adán guardaría gran cantidad de dinero. No consta que esta chapucera caja fuerte fuese encontrada en la revisión realizada en su momento por la jueza y su equipo.
Las referencias ofrecidas a los investigadores apuntan a que el arcón se hallaba enterrado en la parte de atrás, en una especie de trastero en el que solía estar con bastante frecuencia José Manuel García Adán y al cual tenían restringida la entrada las empleadas.
Parece ser que fue un trabajador externo que acudió al Queens para hacer diversas reparaciones quien vio dicho arcón. Supuestamente comprobó como García Adán levantaba una tapa de madera y del interior del recipiente sacaba gran cantidad de dinero en unos fajos.
Varias mujeres también indicaron como en diversas ocasiones el responsable del establecimiento se reunía en la cocina con algunos miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad y, supuestamente, les repartía dinero. En otras ocasiones el dueño del club invitaba a alguna de sus empleadas favoritas a tomar una raya de cocaína mientras él hacía fajos con billetes de 50 euros.
La recaudación obtenida en el Queens, especialmente los jueves, viernes y sábados era muy elevada debida a la gran concurrencia de clientes.