
Las nuevas instalaciones están ya operativas para disfrute de vecinos y visitantes
04 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Las piscinas de Portomarín tienen la misma edad que el pueblo nuevo, cincuenta años. En su momento eran la envidia de la provincia, pero medio siglo después las instalaciones se habían quedado completamente obsoletas y precisaban una reforma integral.
La zona de baño de la localidad solo fue objeto de una reforma hace menos de una década, pero se trató únicamente de un lavado de cara que no sirvió para paliar las graves carencias de unas instalaciones vetustas y que en los últimos años se habían transformado casi en un peligro para los bañistas.
La necesaria obra de remodelación se pudo ejecutar las últimas semanas gracias a la aportación de la secretaria xeral para o Deporte, institución que aportó 58.000 euros que sirvieron para cambiar por completo las instalaciones.
El importe económico no parece a priori demasiado elevado, pero sirvió para cambiar todo el suelo que rodea los vasos, cambiar las duchas, poner la valla lateral completamente nueva, sustituir la vetusta depuradora, crear un vaso de decantación que permitirá ahorrar considerablemente en el recibo del agua y hacer pequeños arreglos en los vasos. Al final, todavía restó dinero para crear una pequeña zona ajardinada dotada de unas palmeras que dotan a la zona de un cierto aire tropical que se agradece en plena temporada estival.
La única parte que de momento no precisó una actuación de urgencia fueron los vestuarios. Su estado no es el idóneo, pero tal y como están sirven perfectamente para cumplir su cometido a la espera de una nueva reforma.
Situación dramática
«La realidad es que no podíamos esperar más tiempo para ejecutar esta obra. La situación era casi dramática y requería una actuación de modo urgente. Así se lo transmitimos a los responsables autonómicos y lo entendieron a la perfección aportando la ayuda necesaria para llevar a cabo la obra», explicó el alcalde de Portomarín, Juan Serrano.
El regidor considera que una localidad como Portomarín, que vive en buena parte del turismo tanto interior como de peregrinos, tenía que contar con una zona de baño en condiciones. «Es evidente que un lugar que cuenta con una bien ganada fama de sitio de referencia en actividades acuáticas y deportes náuticos no podía carecer de unas instalaciones para el baño en pésimas condiciones. Por fortuna pudimos acometer este proyecto y paliar una situación que ya era más que alarmante», manifestó Juan Serrano.
reforma integral en el área de baño de portomarín