Por segunda vez en menos de una semana, ayer se registró un nuevo vertido contaminante en el cauce del río Asma a su paso por Chantada. Aunque todavía no se ha confirmado el origen, este episodio parece deberse también a una fuga de aguas fecales de la red de alcantarillado. Varios vecinos que pasaron por la zona por la mañana pudieron ver que el agua del río estaba teñida por un vertido de color parduzco, mientras que en la zona se notaba un fuerte olor pestilente,
El anterior vertido se produjo el pasado lunes en la misma zona del río, al pie de un muro de contención construido sobre el cauce cerca del puente nuevo del paseo fluvial, en la zona conocida como A Leira. La asociación local Ríos con Vida presentó por este motivo una denuncia al Seprona. Los análisis realizados por este departamento, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y la empresa concesionario del servicio de suministro de aguas y saneamiento determinaron que el vertido consistía en una fuga de aguas fecales y pluviales.
Canalización averiada
El concejal de Medio Ambiente, Castor Novoa, señaló en ese momento que la fuga procedía procedía probablemente de un tramo de tubería que discurre por la zona, instalado hace ya mucho tiempo, que posiblemente quedó dañado por las importantes crecidas que se produjeron en el río durante los temporales del pasado invierno.
Tras el primer vertido, la empresa concesionaria del servicio realizó una obra de urgencia para contener la fuga de aguas fecales, que fue atajada el pasado jueves. Novoa apuntó también que para evitar que el problema medioambiental se repita probablemente sea preciso reconstruir la red de alcantarillado en la zona próxima al río y agregó que se estudiará alejar la canalización del cauce.
En el anterior vertido no se registró en el cauce del Asma una mortandad de peces, aunque se temió que llegase a producirse. De momento tampoco parece haberse dado en el río un suceso de este tipo.