Los pretendientes del Gran Hotel dan la cara

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Un industrial catalán y Lence, de los últimos en solicitar información sobre las condiciones de venta

17 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pretendientes del Gran Hotel empiezan ya a asomar y a solicitar formalmente información para poder optar a la compra del cuatro estrellas de 167 habitaciones en la fase de liquidación que acaba de abrir el Juzgado Mercantil. Las reglas de juego las hará públicas el administrador concursal en el plan de liquidación que verá la luz en los próximos días. El industrial Jesús Lence y un empresario catalán se suman a las últimas solicitudes de información de las condiciones para la venta. Lence desde el inicio del proceso mostró interés en hacerse con el establecimiento de Proalsa, sociedad de la que es socio minoritario. No es el único que ha puesto su mirada en este negocio, lo que podría repercutir en el precio final.

¿Cuáles son las posibilidades de que no vaya a subasta?

La intención del administrador concursal es mantenerlo abierto hasta el momento de la venta, en un proceso que podría prolongarse unos seis meses y que podría concluir, en el mejor de los casos, en la venta de la unidad productiva, que llevaría aparejada la subrogación del personal, como en el caso de Santiago. En gran medida, que no se desguace depende del Banco Popular, que es quien está poniendo obstáculos para cerrar la operación, por su empeño en recuperar el dinero de la hipoteca suscrita en su día por la familia Martínez Núñez. Su importe es de siete millones de euros y, hasta ahora, no estuvo dispuesto a realizar quitas en el precio.

¿Cuáles son los últimos interesados?

El industrial Jesús Lence, consejero delegado del grupo Leche Río, reconoció siempre que estaba interesado en hacerse con el establecimiento, construido en los años 70 sobre el antiguo cementerio de Lugo. Ahora vuelve a hacerlo, consciente, según las declaraciones realizadas en su momento, de la necesidad de invertir en la reforma del edificio, para convertirlo en un hotel moderno. El Gran Hotel lo pusieron en marcha un grupo de empresarios lucenses. La familia Martínez Núñez se fue haciendo con la mayoría del capital. Lence figura, junto a un grupo que está en minoría en la junta de accionistas. Cuando empezaron a trascender los problemas económicos del grupo leonés, Lence hizo una oferta por el cuatro estrellas de la avenida de Ramón Ferreiro, que fue rechazada de plano en su momento. El industrial lechero tiene diversificado su negocio, y además de las gasolineras también explota negocios de hostelería, como el hotel Ceao Express.

¿Hay más posibilidades en cartera?

Hotusa, la cadena que acaba de adquirir el hotel de Santiago en algo más de nueve millones de euros también podría optar al de Lugo. La cadena, fundada en el año 1977 por el catalán Amancio López, junto a otros dos socios, dispondría así de dos nuevos hoteles en Galicia en un breve espacio de tiempo, que le permitiría completar la oferta a sus clientes. De hecho, el de Santiago, incluso antes de que se formalizara la operación y de que tome posesión del edificio ya figuraba en su página web. Otro empresario catalán, con negocios en Galicia, también podría estar interesado en presentar oferta, ahora en la fase de liquidación por el establecimiento lucense. Barceló se presentó a la puja de Santiago y no se descarta que le interese ahora Lugo y Ourense, que también está pendiente de encontrar comprador. Parece descartada la empresa granadina que formuló su propuesta a finales de año y que no fue aceptada por el Banco Popular.

¿Cómo está el establecimiento?

Se ha quedado totalmente obsoleto. Necesita una reforma completa para adaptarlo al mercado actual, reformar las habitaciones y el mobiliario, además de renovar la lencería. Sus propietarios no invirtieron en reformas desde hace más de una década, salvo en la cafetería, que estuvo en obras hace algún tiempo. Los clientes se quejan, por ejemplo, de que los televisores de las habitaciones son de modelas muy antiguos y ocupan mucho espacio.

análisis el futuro del primer cuatro estrellas de lugo