El cierre de negocios fue la consecuencia más visible de la casi desaparición de la fábrica y lo que más recuerda Dositeo Rodríguez. «Cerraron muchos negocios que espero que vuelvan a abrir en los próximos meses. La prueba más evidente son los locales de hostelería, que antes proliferaban y la gran mayoría cerraron sus puertas». Dositeo Rodríguez destaca que la reapertura de la factoría supondrá un gran espaldarazo para toda la comarca. «Es evidente que Oural recuperará gran parte de su pujanza, pero la creación de puestos de trabajo se notará especialmente en toda la comarca, ya que supondrá empleos de calidad y estabilidad económica para muchas familias». «Ahora mismo la verdad es que resulta triste entrar en el núcleo de Oural y verlo desierto. Echo de menos especialmente el movimiento de camiones», concluyó Dositeo Rodríguez.