La «ruleta» de la Policía Local evita que le toque al jefe de protocolo de la alcaldesa
LUGO
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Lara Méndez hará otro decreto nombrando jefe al hermano de un inspector que está de baja
19 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Sigue sin haber jefe en la Policía Local. Ayer, la alcaldesa no hizo girar la ruleta y, por ahora, la bola está quieta. Entre algunos agentes aseguran que ya se sabe a qué oficial le va a tocar y que se saltará la casilla correspondiente a José Santiso, el jefe de protocolo del Concello. Eso es, indicaron en el consistorio, por estar adscrito a la alcaldía. Y mientras sigue el juego, cada jefe de turno ha de arreglárselas como puede para hacer frente al día a día de la guardia municipal cuyo responsable , que se jubila en una semana, se encuentra de baja.
El anuncio del gobierno local de que buscará un jefe en cualquier policía local de Galicia, fue acogido con hilaridad entre algunos agentes vinculados a grupos sindicales. En este sentido, uno de los adscritos a CSIF destacó que el proceso tiene una tramitación larga. No es para la prisa. Esto quiere decir que la Policía Local de Lugo no va a tener jefe de la noche para la mañana, en caso de que no acepte de forma temporal alguno de los oficiales. Las previsiones más optimistas apuntan a que posiblemente llegarían las elecciones municipales y el proceso no estaría cerrado. Por lo tanto la solución temporal, creen, ha de venir de dentro, pero no parece que haya nadie dispuesto a aceptar como consecuencia de la situación en la que se encuentra la institución.
El mismo agente de CSIF formuló una pregunta: «¿Puede haber alguien interesado en venirse a Lugo?». Cree que puede ser difícil, entre otras razones porque, asegura, los agentes de Lugo no figuran entre los mejor pagados, ni mucho menos. En este sentido dijo que uno de Viveiro, por ejemplo, tenía reconocidos más de 2.000 euros mensuales, cantidad muy lejos de alcanzar para los de Lugo, según indicó el agente.
Mientras tanto, Lara Méndez tendrá que seguir ejerciendo de crupier y poniendo en marcha la ruleta para hacer los decretos. La bola parece que ya cayó, dicen algunos agentes, en la casilla que corresponde a un hermano del inspector que hace unos días también fue designado pero que no pudo ser notificado porque se encuentra de baja. Van seis nombramientos, pero ninguno notificado, como recuerda Enrique Rozas, el viceportavoz del Partido Popular. Se dan situaciones tan curiosas como, por ejemplo, que alguno de los nombrados por decreto asistió a reuniones en el consistorio con el documento firmado por la alcaldesa y no les fue comunicada la decisión.
Puede ocurrir que la desconocida «epidemia» que afecta a los agentes de la Policía Local, que les obliga a coger la baja, haga que se acabe la lista de oficiales con lo cual el problema quedaría sin resolver. Puede suceder, por otra parte, que alguno de los oficiales acepte y, solucionado el problema temporalmente pero esta circunstancia conduciría a un nuevo lío judicial. El nombramiento podría acabar siendo recurrido porque hay corrientes dentro de la organización de San Fiz que consideran que un oficial no puede ser designado como jefe bajo ningún concepto.
En cualquier caso, Lara Méndez y sus asesores están tratando de buscar una solución y evitando meter la pata como ocurrió la pasada semana que, por una equivocación con una lista (esa fue la versión oficial) pusieron de jefe al sindicalista más activo, al cabo Benito. Este agente tiene una larga trayectoria de desencuentros tanto con el ex alcalde López Orozco como con la actual regidora lucense. Cuentan algunos de sus compañeros que sacaba de las casillas al anterior regidor que intentó dejarlo tres años sin empleo y sueldo. Esa medida disciplinaria fue anulada por en la vía judicial y después el cabo Benito denunció a Orozco.
Un jefe de fuera tardaría varios meses en hacerse cargo de la institución
La «epidemia» puede hacer que se agote la lista de decretos eligiendo oficiales
Algunos concellos recurren a la figura del vigilante, como por ejemplo Xove y Vegadeo
Algunos concellos de menor entidad que el de Lugo tienen que buscar fórmulas para poder tener vigilancia. El Concejo de Vegadeo, según informa María Cuadrado, de la redacción de Viveiro, aprobó recientemente crear la figura del vigilante municipal y de sus funciones. El alcalde veigueño, César Álvarez, justifica la decisión alegando que el Concejo (3.886 habitantes) no puede mantener económicamente lo que implica un cuerpo policial al completo, con la figura de un inspector y varios agentes. Para seguir prestando servicios a los vecinos, el Ayuntamiento considera una alternativa la de contar con vigilantes para realizar tareas de tráfico, dar cumplimiento a ordenanzas, notificaciones, vigilancia del orden público... El regidor asegura que, tras las dos jubilaciones de policías en los últimos meses, el Concejo queda ahora con un agente policial. «La idea es sacar a contratación dos plazas de vigilantes antes de las elecciones», explica Álvarez.
El caso de Xove
En ausencia de un cuerpo de Policía Local, desde hace más de dos décadas el Concello de Xove dispone de un equipo de vigilantes de seguridad municipales.
Los siete agentes conforman una figura reconocida en la normativa de los cuerpos de seguridad de la Xunta, con un servicio pensado para las 24 horas del día, aunque sin potestad sancionadora. El alcalde de Xove, Demetrio Salgueiro, destaca la funcionalidad del servicio. «Para nós é importante, sacámoslle moito proveito. Teño unha valoración moi positiva». Actualmente están operativos cuatro agentes, con dos bajas y una jubilación.