Cruz Roja repartirá ordenadores entre las familias más vulnerables de Lugo

VÍCTOR LÓPEZ / S.V. LUGO / LA VOZ

LUGO

Luis Abelleira, de Cruz Roja Lugo, y Jorge Rois, de Macrocopia, durante la firma del acuerdo
Luis Abelleira, de Cruz Roja Lugo, y Jorge Rois, de Macrocopia, durante la firma del acuerdo Carlos Castro

La empresa Macrocopia acondiciona y dona los equipos obsoletos de su clientela

13 ago 2020 . Actualizado a las 18:54 h.

Tanto el teletrabajo como la enseñanza en línea evidenciaron sus múltiples flaquezas nada más irrumpir en nuestras rutinas: que si el estrés, que si los escollos de la atención escolar y la formación personalizada, que si la desvinculación emocional entre empleados y empresa, que si la pérdida de compañerismo... Pero parece que, pese a estas trabas, se dio por hecho que el acceso a Internet era una realidad social y universal, algo inclusivo y transversal, que no dejaba fuera a nadie. Como fábula, no está mal. Pero nada más lejos de la realidad: pocos pensaron en las familias que ni siquiera tienen instalación informática en sus hogares, en los que nunca se han sentado frente a una computadora o en los que no se pueden permitir gastar en un equipo, por muy arcaico que sea, porque llegan con el dinero justo a fin de mes.

Ante tal escenario, la Cruz Roja Provincial y la empresa luguesa Macrocopia pusieron en marcha un proyecto que tiene como motivación primordial reducir la brecha digital y facilitar el contacto entre los colectivos más vulnerables y las nuevas tecnologías. El acuerdo de mutua colaboración se fraguó durante el confinamiento, a raíz de la falta de apoyo que los más desfavorecidos sufrían, y se puso en marcha ayer, con la firma del documento por ambas partes. Jorge Rois, gerente de la compañía informática, fue el encargado de rubricar en nombre de Macrocopia, y Luis Abelleira, presidente provincial de Cruz Roja, hizo lo propio con su organismo.

Macrocopia, que entre otros servicios se ocupa de la gestión de infraestructuras informáticas en empresas, será la encargada de poner a disposición de Cruz Roja el material que su personal recoja entre la clientela. «Aquellos equipos que reponemos por obsolescencia teórica de nuestros usuarios, los donaremos a partir de ahora a los más necesitados», explica Jorge Rois, que confiesa que «las razones medioambientales y sobre todo las carencias sociales» son el estímulo que lo han llevado a «darle una segunda vida a los equipos».

No obstante, el personal técnico del negocio preparará y acondicionará los ordenadores antes de hacerlos llegar a sus nuevos propietarios, todo bajo «una destacable labor de voluntariado», según ha adelantado el gerente de la compañía, que ha querido realzar el papel de Cruz Roja para hacer posible el reparto los equipos.

La pandemia, punto de partida

Luis Abelleira, presidente provincial de Cruz Roja, comentaba durante la signatura del convenio que las raíces del mismo se remontan a los meses más duros del estado de alarma, ya que «la comunicación entre personas y también con las administraciones funcionó a través de sistemas informáticos y había mucha gente que no tenía acceso a ellos». Un golpe de realidad que no solo se puede aplicar a las zonas del Lugo rural, como apuntaron en un primer momento algunos, sino que afligió también a núcleos urbanos y a la propia capital.

«Con esta firma pretendemos llegar a una serie de familias cuyas necesidades conocen nuestras trabajadoras de servicios sociales mejor que nadie», continuó Abelleira, que justificó así la selección de los primeros beneficiarios. «La idea es actuar sobre las rentas más bajas, para que no se queden fuera del sistema por no tener conexión», cocnluyó el responsable de Cruz Roja.

La iniciativa beneficiará en esta primera partida a treinta lucenses, aunque desde Macrocopia insisten en que se trata de un acuerdo con vistas al futuro y su intención es ir ampliando las ayudas «en función de la necesidad y de la disponibilidad».