Las cuentas, de más de 92 millones, no tuvieron el apoyo del grupo del PP
30 nov 2020 . Actualizado a las 18:41 h.Ni con una pandemia por el medio se consiguió la unanimidad en la aprobación del presupuesto de la Diputación de Lugo para el 2021, en un pleno extraordinario donde hubo cruce de reproches entre el gobierno (PSOE-BNG) y la oposición (PP). Mientras para el ejecutivo provincial son las cuentas «feitas pensando nas persoas e para recuperar aos sectores económicos afectados pola crise», para los populares «son orzamentos decadentes».
Defendió el presupuesto la diputada de Economía, Mayra García, quien destacó el incremento en partidas como políticas sociales y de bienestar (un tercio de los 92,5 millones), el doble (9 millones) en empleo, los 8 millones para poner en marcha en un año otras cuatro residencias (Castroverde, Pedrafita, Meira y Navia), un 20 % más en igualdad o un 10 % más en turismo.
La vicepresidenta de la Diputación, la nacionalista Maite Ferreiro, que apuntó que se destinará un millón para los colectivos culturales y 2,8 para los clubes y deportistas lucenses, defendió las cuentas «porque temos que asumir as competencias que a Xunta non quere», en referencia al incremento del gasto corriente que supone atender desde el 2021 hasta ocho residencias públicas. «Temos unha responsabilidade de atender ás persoas maiores e non permitimos que a saúde sexa un negocio para empresas de amigos, para obter un rendemento económico». Ferreiro también puso en valor el modelo del Plan Único, «onde se transfiren aos concellos os fondos en base a criterios obxectivos, en contraposición ao modelo que ten o PP na Deputación de Ourense».
La postura en contra de las cuentas desde el PP la defendió José Antonio García, que ya inició su intervención calificándolas de «vergonzosas, decadentes e feitas cun corta e pega das do 2020». Para el PP los presupuestos del 2021 no recogen los problemas reales que vive la sociedad lucense por culpa de la pandemia: «Hai tres millóns menos de inversións, véndose afectado o tecido produtivo e industrial, e aumentou en catro millóns o gasto corrente».
García también afeó al gobierno provincial que «as contas se fixeran sen consenso» y recordó que Darío Campos fue capaz de sacar adelante sus presupuestos sin tener votos en contra.
El debate presupuestario lo cerró primero Mayra García reconociendo que se aumentaba el gasto corriente «porque mal que lles pese imos a poñer en marcha novas residencias»; y al final del pleno el propio presidente, José Tomé, apuntó que desde la bancada popular «non se presentou unha soa proposta que mellorase este orzamento».