La pasada semana, dos políticos lucenses, o eso dicen, presentaban la campaña Turismo de Proximidad. La información sobre tales actividades dedicadas a hacer turismo en lo que tenemos más cercano, venía acompañada de una fotografía en la que ambos políticos, metidos en un «batuxo», intentaban navegar por el rio Mera. Parecían dos niños sorprendidos, sin saber qué hacer con los remos que les habían facilitado porque quizás sería su bautismo de navegantes a bordo de una embarcación tan nuestra como el «batuxo», o quizás, con sus altas miras, estarían pensando en que se estaban dando un paseo en barca por el parque del Retiro, en la ciudad de la libertad, del desmadre, paraíso fiscal y una de las que registran un mayor índice de contagios por Covid en España.
Viendo la foto de los dos políticos, o eso dicen, uno intentando remar por babor y el otro con el remo en la mano, sin saber qué hacer, por estribor, ambos ofrecían una imagen patética de lo que son muchos de los políticos que ejercen como tal en Lugo.
Esta gente, que se rodea de un buen número de asesores, estaría bien que alguno de ellos, antes de ir a una inauguración y para evitar el ridículo, les diesen unas nociones básicas de lo que van a tener entre manos, como manejarlo y ofrecer una buena imagen aunque no tengan ni puñetera idea de lo que están haciendo. Así, qué es un balón si inauguran un centro deportivo, qué es una desbrozadora si van al monte, o como se utilizan los remos para impulsar una lancha. Desde luego, mejorarían su imagen y, sobre todo, dejarían de ser patéticos y de hacer el ridículo.