Un estudio, con participación del campus de Lugo y de Agacal, mejora las condiciones de riego y rendimientos de un cultivo con grandes posibilidades
24 jul 2022 . Actualizado a las 00:16 h.El lúpulo va reapareciendo tímidamente en el paisaje gallego. Su presencia en la agricultura de la comunidad es menor de la de hace décadas, pero ha aumentado en los últimos años y la atención que se le dedica merece colaboración del ámbito empresarial y académico. De hecho, acaba de terminar un proyecto en el que diversas instituciones y empresas de varias comunidades autónomas, entre ellas Galicia, buscaron mejorar el sistema de riego para potenciar el cultivo y su rendimiento. La Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal) y la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo (USC) participaron en la iniciativa.
Rendimiento
Seis hectáreas, superficie que garantiza rentabilidad.
De una hectárea de terreno dedicada a la variedad nugget, que abunda en España como en otros países de Europa, puede lograrse una cosecha de dos toneladas, cantidad que se refiere al producto ya seco, listo para ser usado en la elaboración de la cerveza. Algunas empresas están pagando últimamente el kilo de lúpulo a unos cinco euros, según explica Javier Cancela, profesor del Campus Terra que participó en el mencionado proyecto. Unas seis hectáreas destinadas a lúpulo pueden generar un movimiento económico que garantice la viabilidad de una iniciativa empresarial centrada en este cultivo.
Obstáculos
Años de espera hasta conseguir pleno rendimiento.
Si se dedica una finca a lúpulo, en el primer año no se consigue cosecha; en el segundo se puede recoger alrededor de un 25 % de lo que se obtiene a pleno rendimiento, y en el tercero, en torno al 50 %. Solo en el cuarto año, precisa Cancela, se alcanza ya un rendimiento normal.
Por otro lado, para iniciar el cultivo de lúpulo en una hectárea de superficie se necesita una inversión de unos 35.000 euros. En esa cantidad, explica el profesor del campus de Lugo, van incluidos los costes de la planta, del riego y del entramado que se coloca para facilitar el crecimiento. Se trata de un cultivo algo más complejo que otros, como admite Javier Cancela.
Contrastes
La ventaja de una planta perenne que debe secarse.
El lúpulo es una planta de largo rendimiento, pues aguanta unos 20 años sin que sea necesario sembrar en cada campaña. Necesita abonos nitrogenados para un correcto crecimiento —puede alcanzar los seis metros de altura— y también un rápido proceso de secado: debe hacerse el mismo día en que se recoge de la finca, como advierte este docente del Campus Terra.
Situación
España, sexto país de Europa.
Alemania (21.000 hectáreas) es el país de Europa con más superficie dedicada a lúpulo. Luego aparecen la República Checa (5.000), Polonia (1.700), Eslovenia (1.500) y Gran Bretaña (860). España (556 hectáreas) es el sexto país en terreno con lúpulo. En Galicia, solo ocupa unas 15 hectáreas, aunque Cancela subraya que aunque se trata de una cifra muy modesta, supone ya el doble de la que había hace años.
Viabilidad
Diversas zonas de Galicia son aptas para el cultivo.
En Betanzos y alrededores era habitual este cultivo, que se mantiene y además se ha introducido en el Deza. Hay algo de superficie de lúpulo en Chantada, y también se llevaron a cabo estudios para su introducción en la comarca de Sarria. Que haya agua y que el terreno tenga una cierta profundidad son condiciones necesarias para el crecimiento. El lúpulo suele recogerse a finales de agosto y a principios de septiembre, y las heladas tardías son un contratiempo para su crecimiento. Cancela cree interesante introducir más variedades para no depender solo del precio que tenga una, pero no duda de la viabilidad. «Por supuesto que hay salida», dice.