Los hoteles remontan en Lugo: «Estamos como antes del covid»

PAULA ARROJO / M.G. LUGO / LA VOZ

LUGO

El hotel Méndez Núñez, en pleno casco histórico de Lugo, destaca la alta ocupación.
El hotel Méndez Núñez, en pleno casco histórico de Lugo, destaca la alta ocupación. ALBERTO LÓPEZ

Las reservas de última hora protagonizan un mes de julio «muy animado» pese al aumento de los contagios y a los continuos cambios en las restricciones

01 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni el avance de la quinta ola, ni el aumento de las medidas sanitarias para frenar la expansión del coronavirus impidieron que los hoteles de Lugo superasen todas sus expectativas de ocupación durante el mes de julio. Además, la previsión de reservas para agosto es incluso más alentadora: «Nuestro porcentaje de ocupación actual es del 79,14% y la previsión para el mes de agosto, por ahora, es del 69%, aunque esperamos que aumente en los próximos días», afirman desde el hotel Méndez Núñez, situado en pleno casco histórico lucense.

La mayor parte de los establecimientos hoteleros de la ciudad aseguran que los resultados obtenidos desde el comienzo de la campaña estival hasta la actualidad sobrepasan las cifras que manejaban antes del verano y suponen un alivio con respecto a la situación que atravesaban el año pasado por estas mismas fechas. Los rebrotes en la comarca de A Mariña y la inestabilidad de las restricciones en la provincia provocaron que la ocupación estuviese bajo mínimos durante los meses de julio y agosto del 2020, así como condicionaron que muchos hoteles no pudiesen abrir sus puertas o se viesen obligados a cerrarlas a mediados de campaña por falta de reservas.

pocos visitantes extranjeros

El perfil del huésped que más se repite entre los hoteles de la ciudad es el del turista nacional, procedente de otras comunidades autónomas, ya que los gallegos no están visitando demasiado Lugo este verano: «Recibimos muchos grupos de turistas que llegan a Lugo a través de agencias de viajes que promocionan el camino de Santiago. La mayor parte de ellos son del sur de España, sobre todo de Andalucía, Extremadura y Valencia», apuntan desde el Méndez Núñez.

Desde el hotel Torre de Núñez, situado a escasos 3 kilómetros del centro de Lugo, destacan «las familias y las parejas» como la definición perfecta de su clientela. También confirman que los huéspedes nacionales superan en número a los extranjeros: «Por cada veinte personas que reservan, hay una de fuera de España. Eso sí, gallegos casi ninguno, la mayor parte son de otras comunidades».

En general, el hotel Torre de Núñez celebra el éxito de ocupación en el ecuador de la época estival: «Lo bueno es que el ambiente está muy animado, se nota que la gente tiene ganas de salir y lo está haciendo», expresa Montse, una de las empleadas del establecimiento hotelero.

el 'boom' de la última hora

La mayor parte de los hoteles lucenses coinciden en que predominan las reservas realizadas con poca antelación: «La gente espera al último día para reservar. Además, este verano se están hospedando durante menos días, hay mucha más movilidad de clientes que otros años», confirman desde el Pazo de Orbán.

En este hotel, uno de los más prestigiosos del centro histórico de la ciudad, también registraron buenas cifras de ocupación en el mes de julio: «Nos está yendo mucho mejor de lo que esperábamos, quizá porque somos un hotel de referencia donde la gente busca algo distinto. Aún así, se nota que el cliente extranjero al que estamos acostumbrados no viene tanto, ahora es un cliente más cercano, que busca otro tipo de turismo», afirma su director, Manuel Fernández.

En cuanto al tipo de clientela que se hospeda en su hotel, Fernández incide en su variedad: «Tenemos clientes de todo tipo, desde familias y parejas, hasta personas que viajan solas para visitar a algún familiar que vive en Lugo».

«Reabrí el 1 de julio y la ocupación desbordó todas mis expectativas»

La pandemia hizo mella en el sector hotelero a nivel nacional y, hasta hace poco, no fue posible observar indicios de recuperación en los hoteles lucenses. Muchos se vieron obligados a cerrar sus puertas, a reducir la plantilla o a seguir abiertos con las pérdidas superando a los ingresos.

El hotel Los Olmos, situado en el polígono de O Ceao, permaneció cerrado casi un año y medio, desde que se decretó el estado de alarma hasta principios del mes de julio de este año. El verano pasado intentó reabrir sus instalaciones, pero el creciente aumento de contagios en toda la provincia y la incerteza sobre el futuro de la campaña estival obligó a cerrar de nuevo las puertas del establecimiento hotelero.

Actualmente, el director de Los Olmos, Alfonso Arias, expresa su alegría por los buenos resultados alcanzados durante el mes de julio: «Reabrí el día 1 y la ocupación desbordó todas mis expectativas, estamos trabajando como cualquier otro año antes del covid. Esperemos que no empeore la situación porque para agosto la previsión es incluso mejor».

En cuanto a las reservas, en la misma línea que el resto de hoteles de la ciudad, Arias afirma que muchas se realizan a última hora: «La gente reserva con poca antelación por miedo a que cambien las medidas sanitarias en los concellos. De hecho, muchos llaman para preguntar qué restricciones hay ahora mismo en Lugo porque en cada provincia son diferentes y al final es un lío».

Desde el hotel Exe Puerta de San Pedro, que también reabrió el 1 de julio, declaran: «La ocupación está yendo razonablemente bien dadas las circunstancias. Se detecta mucho turismo nacional y algún que otro peregrino».

«Durante el invierno la gente solo venía un día, pero ahora la mayoría reserva para cuatro o cinco, lo que supone un alivio»

Las casas rurales son la alternativa perfecta para quienes prefieran disfrutar de unas vacaciones en contacto con la naturaleza en lugar de alojarse en un hotel situado en pleno casco urbano. Aunque el invierno siempre supone unos meses de parón para estos negocios, cuyos beneficios dependen en su mayor parte de la campaña estival, parece que este verano las casas rurales lucenses están solicitadas e incluso algunas tendrán la oportunidad de colgar el cartel de ‘completo'.

«El mes de julio ha ido muy bien, no me puedo quejar, sobre todo teniendo en cuenta como estuvimos hasta ahora, que fue prácticamente cerrados pero sin cerrar», afirma Dolores, la gerente de la casa rural A Palleira de Lola, situada en la parroquia de Conturiz, a escasos cuatro kilómetros del centro de Lugo. La ocupación de esta casa de huéspedes, que está dividida en tres apartamentos con capacidad para cinco personas, «alcanzó el 60% en el mes de julio y, por ahora, se sitúa en un 75% para agosto», avanza la dueña del establecimiento.

La principal diferencia que la propietaria de A Palleira de Lola nota entre los últimos meses y la actualidad es la cantidad de días que los clientes se hospedan: «Durante el invierno la gente solía venir un día, pero ahora reservan para cuatro o cinco, lo que supone un alivio, ya que no tengo que estar tan pendiente de ciertas tareas, como cambiar las sábanas a diario, por ejemplo».

En lo referente al tipo de huéspedes que se alojan en su casa rural, Dolores destaca que la mayor parte «son familias, matrimonios con hijos, ya que es el tipo de clientela que suele acudir. Sin embargo, este fin de semana tengo una despedida de soltera de cinco chicas». Además, la dueña de A Palleira de Lola destaca que, mientras el resto del año sus clientes son esencialmente gallegos, «ahora me visitan sobre todo madrileños y catalanes, y también algunos canarios».

La esencia del turismo rural es, según esta hostelera: «La forma que tenemos de tratar al cliente: cercana, personalizada y diferente a la de un hotel».