Xermán Arias: «Mentres haxa músicos, haberá lutieres»

PAULA ARROJO / M.G. LUGO / LA VOZ

LUGO

Carlos Castro

El sarriano, artesano especializado en la construcción y reparación de instrumentos musicales de cuerda, explica que cuando la calidad de un violín es la deseada, no importa el tiempo que se tarde en fabricarlo

07 ago 2021 . Actualizado a las 19:01 h.

La aldea de Vilei, en la parroquia sarriana de Santiago de Barbadelo, es conocida por ser la cuna de grandes lutieres, aquellos artistas especializados en la construcción y reparación de instrumentos musicales de cuerda frotada. De entre ellos, destaca Xermán Arias, quien lleva este oficio en la sangre desde su infancia: «Sempre me gustou a música, desde moi neno. Tiven a sorte de nacer nunha aldea onde había un home, Paulino Pérez, que facía gaitas e zanfonas. Para min facer instrumentos é algo natural, pero entendo que para todas aquelas persoas que non teñen un referente é coma se os instrumentos viñeran de Marte».

El maestro de Arias fue el fundador del taller de instrumentos musicales de la Diputación de Lugo, donde el lutier comenzó su formación, en el año 1986. Tras ocho años aprendiendo el oficio, Arias inauguró su primer taller en el municipio de Sarria. «Fundeino no 1994, pero antes estiven trece anos noutro taller, na mesma calle pero un pouco máis abaixo. En total, levo case trinta anos neste oficio», recuerda Arias, emocionado.

Durante las casi tres décadas que este sarriano lleva como lutier, los instrumentos que han pasado por sus manos son tan numerosos como variados, al igual que sus dueños, entre los que encontramos desde profesores y alumnos de conservatorio hasta músicos de orquesta. «Case todos os encargos que me chegan son do terzo norte de España. Gustaríame facer máis construción que reparación pero o taller ten a súa dinámica, entón sempre intento compaxinar ambas facetas», confiesa Arias. En cuanto al tipo de instrumentos que más le solicitan, el lutier afirma que: «Fabriquei moitos violonchelos e violas de gamba, pero normalmente fago de todo. Agora, por exemplo, estou cun violín».

no pone fecha a sus trabajos

El proceso de construcción de un instrumento musical, como podría ser un violín, es complejo. «O primeiro paso é elixir o deseño, que pode ser feito por min ou histórico. Algúns músicos queren certos detalles para o seu instrumento. O violín no que estou traballando agora ten unhas escamas únicas», detalla Arias.

El material empleado en la fabricación del instrumento musical, por sus características y su tratado, también resulta un importante aspecto a tener en cuenta. En el caso de Arias, la madera con la que elabora todos sus instrumentos procede de una casa especializada de Alemania, en la que lleva confiando desde que comenzó en la profesión.

Una vez construido el cuerpo del violín —la tapa, el fondo y el mástil— llega el que para Arias es el paso más complicado: el barnizado. «É a parte máis importante e complexa do proceso porque non vas mellorar o traballo, pero si podes estragalo», explica el lutier. Con el montaje de los elementos finales del violín —las cuerdas y el puente— el instrumento estaría terminado.

Para Arias, la totalidad del proceso de construcción de un instrumento musical nunca puede medirse en minutos, sino que únicamente debe tenerse en cuenta el resultado final: «Nunca contabilizo o tempo que me leva un traballo. Cando unha cousa está ben feita ninguén pregunta canto levou, simplemente gusta ou non gusta. A vida concédenos un tempo limitado e o uso que fagamos del determina a obra que vamos deixar na vida. Os minutos non custan diñeiro, o que importa é o resultado. Aínda así, fabricar un violín leva bastante tempo, falamos dun proceso de meses».

muy influido por el camino

La esencia de muchos de los oficios artesanales con más tradición en nuestro país está desdibujándose ante la influencia de Internet y de la regla de la inmediatez como el criterio que rige la calidad de un trabajo. Sin embargo, Arias no cree que los lutieres vayan a desaparecer a corto plazo y destaca la renovación del oficio como la solución de cara al futuro. «Mentres haxa músicos, sempre fará falla alguén que coide e repare os seus instrumentos. Cando eu me formei, conseguir un plano dun instrumento era unha odisea. Agora é máis sinxelo grazas á rede, pero no fondo a esencia é a mesma», expresa Arias.

Para su próximo proyecto, una conferencia en Tui, el lutier estuvo cambiando las cuerdas de una viola medieval del Pórtico de la Gloria. A nivel personal, Arias afirma que el Camino de Santiago le inspiró durante toda su vida. «A miña personalidade está determinada polo lugar onde nacín, e sempre digo que foi no Camiño de Santiago. Pola miña aldea pasaban peregrinos todos os días e influíron na miña forma de ser», rememora Arias. Para él, su aldea natal, Vilei, «era unha fiestra ao mundo fabulosa».

Además de la construcción y reparación de instrumentos musicales, Arias tiene algunas nociones sobre cómo tocarlos. Sin embargo, el lutier afirma entre risas que por ahora no es algo que entre dentro de sus planes: «Tocar un instrumento é algo moi complexo. Podo rascar as cordas dun violín ou dunha viola e sei tocar un pouco a zanfona, pero de alí a tocar ben un instrumento hai un gran paso».