La Audiencia de Lugo juzgará el caso Desirée entre el 7 y el 14 de febrero del 2022

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Foto de archivo de un homenaje a Desiree en Roupar
Foto de archivo de un homenaje a Desiree en Roupar Óscar Cela

La madre de la pequeña presuntamente asesinada en su casa de Muimenta (Cospeito) se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable. Serán seis días de juicio, que se celebrarán casi tres años después del suceso

16 nov 2021 . Actualizado a las 17:26 h.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anunció este martes las fechas del juicio del Caso Desirée. El proceso, uno de los más mediáticos de las últimas décadas en Galicia y en Lugo, ocupará la Sala Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo durante los días 7, 8, 9, 10, 11 y 14 de febrero del 2022. Serán seis sesiones, en las que la madre de la pequeña Desirée, presunta autora de su muerte, se enfrentará a una pena de prisión permanente revisable

Así lo confirmó el TSXG este martes, poniendo fin a las especulaciones de un juicio que se lleva retrasando desde el pasado verano. En la última comparecencia entre las partes, parecía haberse decidido que la vista se realizaría en el mes de noviembre, pero cuestiones internas de la Audiencia terminaron derivando en una demora. Finalmente, el mes elegido para el juicio ha sido el de febrero. 

La acusación particular, la Fiscalía y la acusación popular confirmaron en su día que pedirán la pena máxima para Ana Sandamil, la madre de Desirée. Ella se encuentra en el Centro Penitenciario de Teixeiro, a la espera del juicio.

Ambas partes ya fueron notificadas, y preparan sus estrategias de cara al juicio. Tanto la defensa como las tres acusaciones (fiscal, el padre de Desirée y la Fundación Amigos de Galicia) tienen claro que la autoría del crimen «no se discute», tal y como afirmó en una entrevista a La Voz el letrado de Ana Sandamil, sino que la clave del proceso estará en las facultades mentales de la acusada. 

Las acusaciones afirman, por su parte, que Sandamil era consciente de sus actos cuando terminó con la vida de su hija. Se apoyan, además de en las pruebas recolectadas por la Guardia Civil el día de los hechos, en el historial de búsquedas de uno de los móviles de la acusada, donde se descubrió que había investigado sobre venenos unos días antes de la muerte de Desirée.