La Guardia Civil busca al marido y al hijo de una vecina de Paradela que apareció muerta en su casa

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Los primeros indicios apuntan a un suicidio, pero el hombre llamó a unos vecinos el pasado miércoles para pedirles que le diesen de comer a sus animales, ya que su mujer se había marchado «para no volver»

07 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta cinco patrullas de la Guardia Civil acudieron en la mañana de este viernes a un pequeño núcleo rural de Paradela (Lugo). Se trata de una parroquia rodeada de verde, llamada Ferreiros. Allí, los residentes en el lugar de A Pena amanecieron con una trágica noticia. De hecho, fueron ellos los primeros en percatarse de la muerte de una de sus vecinas, de unos 42 años, que había aparecido sin vida, sola, en su propia casa.

El extraño suceso movilizó rápidamente a las autoridades. No por la naturaleza del mismo, sino por la sospechosa falta de los otros dos habitantes de la casa. Según los vecinos, el marido y el hijo de la fallecida desaparecieron sin dejar rastro hace al menos una semana

Según los primeros indicios, obtenidos tras la inspección ocular realizada por los agentes de la Guardia Civil que acudieron este viernes a Ferreiros, la muerte de la mujer se trataría de un suicidio, ya que se se habría encontrado una nota de despedida.

¿Dónde están su marido y su hijo?

La fallecida, de unos 42 años, y su pareja, cerca de los 50, llegaron a Paradela hace ya casi dos décadas. En su día, hicieron el Camino juntos y se enamoraron de la localidad lucense, en la que se asentaron tras comprar la vivienda en la que apareció sin vida la mujer. Ambos eran originarios de los Países Bajos, donde se conocieron.

Su hijo, de unos 15 años, se vino a Paradela a vivir en el año 2019. La Guardia Civil lo conoce bien, ya que sus padres denunciaron en varias ocasiones su desaparición, ya que tenía tendencia a marcharse de su casa de forma voluntaria.

Él y su padre (adoptivo, ya que solo es hijo natural de la fallecida) se encuentran en paradero desconocido. Unos vecinos afirman, no obstante, que el hombre llamó a un negocio cercano el pasado miércoles. Lo habría hecho desde Francia, donde se encontraría por motivos desconocidos, y contactó con los vecinos para avisar de que le dieran de comer a sus ovejas y a sus gallinas, a las que guarda en la parte trasera de la vivienda.

Resulta extraña esta petición, ya que, si se hubiera marchado antes del fallecimiento de su esposa, tendría que pensar que ella permanecía en su casa, por lo que sería más lógico haberla dejado a ella encargada de los animales. Los vecinos, sin embargo, afirman que, en su llamada, el hombre los alertó de que no habría nadie en la vivienda, ya que su mujer y su hijo se habían marchado. «Dijo que su esposa se había ido "para no volver más"», dice una de las vecinas. «En ese momento no entendí que quería decir, porque no hablaba perfectamente español, pero nunca sospeché que podría estar muerta», añade.

La Guardia Civil busca ahora a ambos, con el fin de esclarecer si abandonaron la vivienda antes de la muerte de la mujer o después. La última vez que los vieron por el entorno de Ferreiros fue hace una semana. Entonces, «parecía que todo iba bien», termina una de las testigos.

La investigación policial continúa. Todavía está en la fase más «verde», por lo que quedan muchas diligencias por hacer. Entre las prioridades, por el momento, destacan la localización del marido y del hijo de la fallecida, además de la realización de la autopsia de la mujer, con el fin de confirmar si se trata de un suicidio o si hay otras hipótesis.