Los bautizos ecuestres son la gran novedad de la XV edición de Equigal
10 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Tras dos años marcados por las restricciones por el coronavirus, Lugo vuelve a convertirse en la capital del mundo del caballo. El Pazo de Feiras y Congresos acoge la XV edición del Salón Internacional del Caballo, Equigal, que recupera sus fechas habituales. Una cita que aglutina numerosas actividades deportivas, exhibiciones y cursos de iniciación al mundo ecuestre hasta el próximo 29 de mayo.
Precisamente, los bautizos ecuestres son uno de los platos fuertes del certamen que espera recibir a unos 16.000 asistentes. La actividad, que cuenta con la colaboración de la Diputación Provincial, pretende acercar el mundo de la equitación a más de 200 alumnos de distintos centros escolares de la provincia.
La curiosidad y los nervios son las sensaciones que acompañan a los escolares de entre 10 y 12 años que participan en las jornadas de iniciación. «Algunos vienen con una serie de dudas al principio», cuenta Cornelio Carbajal Iglesias, propietario de la Escuela de Equitación Cornelio Carbajal.
Sin embargo, tras recibir una charla sobre las instrucciones básicas sobre del deporte, consiguen captar su atención y, finalmente, «la mayoría acaba teniendo muchas ganas de montar», explica. La postura, la actitud y una pequeña lección sobre los materiales que se emplean en pista forman parte de la clase.
El amor por los animales es común entre los protagonistas de las jornadas de formación, por lo que «casi todos se quieren acercar a acariciarlos», añade Carbajal. La altura de los ejemplares es lo que más les impacta pero, «una vez que suben a ellos y dan unas vueltas, ya se tranquilizan», explican desde el centro ecuestre lucense.
Los estudiantes cuentan con el apoyo de los profesionales de la escuela, que guían a los equinos durante el paseo y les ayudan a mantener una actitud calmada y a saber relacionarse con los ejemplares.
Masai, Grafitti y Cuastin, que destacan por su docilidad, son los caballos que acompañan a los jóvenes jinetes durante su primera monta. El interés por la técnica y la admiración por los compañeros que ya cuentan con una cierta experiencia en el mundo de la hípica influyen en el aprendizaje de los niños.
Primer contacto con la hípica
Como señalan desde la escuela encargada del curso, la actividad supone «para muchos un primer contacto con el deporte hípico». Sin embargo, es tal el interés que provoca entre el alumnado que es habitual que descubran su pasión por el mundo de la equitación y se animen a recibir más clases.
