A las patatas les sientan bien las algas

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

Algas llegadas a la playa de Areas Gordas, en el municipio de Sanxenxo.
Algas llegadas a la playa de Areas Gordas, en el municipio de Sanxenxo. Ramón Leiro

Investigadores del campus de Lugo desvelan que las producción crece si el terreno se abona con sargazos

09 oct 2023 . Actualizado a las 09:41 h.

El uso de las algas marinas puede notarse tierra adentro. Que una finca dedicada al cultivo de patatas logra un aumento de la producción anual de alrededor de un 30 % es algo constatado en un estudio promovido por investigadores del campus de Lugo (USC). Elvira López Mosquera, profesora de la Escola Politécnica Superior y participante en el proyecto, destaca que el estudio no solo resultó revelador sino que abrió la puerta a nuevas salidas para las algas.

Para comprobar que se trataba de un producto interesante como abono en la agricultura, se emplearon algas de arribazón, las que la marea arrastra a las playas, recogidas en la costa de A Mariña. Con la colaboración de sendas empresas del sector pesquero (Pescados Rubén) y forestal (Maderas Costiña) de la comarca, se mezclaron con pescado y con corteza de pino. La mezcla se depositó en pilas de diez metros cúbicos, y el material se fue removiendo una vez por semana o cada quince días para que entrase oxígeno.

El producto se usó en fincas de cultivo con resultados concluyentes. El uso de algas se reveló como un eficaz potenciador de la producción. En una hectárea, cada cosecha, pueden usarse unas 25 toneladas de alga fresca o unas cinco de alga deshidratada para alcanzar ese crecimiento. En una comarca como la Terra Chá, una finca de secano puede dar una producción de unas 20 toneladas en un año sin grandes anomalías meteorológicas ni plagas. El uso de algas como abono puede elevar la cosecha por encima de las 26 toneladas.

Aunque el estudio en el que intervinieron investigadores del Campus Terra ya terminó, las posibilidades de las algas en la fertilización del terreno continúan evaluándose. En estos momentos, como afirmó López Mosquera, se está estudiando su aplicación en la agricultura ecológica. Se trata, recordó, de un «producto natural, con propiedades», pues aporta biodiversidad y aumenta la resistencia de las plantas. En el campus lucense, también se analizan sus valores nutricionales.

En Galicia, por otro lado, su empleo resulta interesante, puesto que bloquean el aluminio y liberan fósforo, con lo que se combate una acidez a menudo abundante en muchos suelos. Tienen además un compuesto (ficocoloides) que al llegar al suelo, ayuda a retener la humedad y contribuye a potenciar la actividad biológica del suelo. En función de su color, unas (las verdes) son ricas en nitrógeno, y otras (las pardas), en clorofila.

El empleo de las algas como abono fue agrícola fue muy habitual en comarcas del litoral, aunque su uso disminuyó a medida que se fueron introduciendo los abonos minerales en el mercado. Décadas después, como detalla la investigadora López Mosquera, parece cerca de recuperar esa presencia. Por un lado, sus cualidades la convierten en una alternativa a productos que contienen pesticidas. Por otro, hay empresas que están estudiando la elaboración de extractos de algas para su comercialización en compost con fines agrícolas.

En el pasado, como explica esta docente de la Escola Politécnica Superior de Lugo, era tanta su importancia que en algunos lugares de Galicia y de Portugal se aceptaba que las algas llegadas al litoral en domingos y en días de festividad religiosa eran propiedad de la Iglesia católica.

Libertad para recoger las que llegan a la costa

La extracción de las algas de arribazón, las que llegan a la costa con las mareas, pueden recogerse libremente todo el año. Así lo explican fuentes de la Consellería do Mar, que aclaran que esa actividad no precisa autorización oficial si se lleva a cabo de manera no intensiva y no altera las condiciones del medio. López Mosquera subraya también que las que llegan a costas como la de A Mariña tienen muy buena calidad, ya que, por ejemplo, carecen de restos de plástico.