El Pazo de Feiras tuvo este domingo un gran ambiente, con variedad de actos para el público
28 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La provincia donde se acuñó, hace décadas, el eslogan «Y para comer, Lugo» sigue demostrando que el interés por la buena mesa continúa presente de variadas formas. Así se observaba a primeras horas de la tarde de este domingo en el Pazo de Feiras, animado escenario del certamen L de Lugo. La cita está organizada por la asociación provincial de distribuidores, con el apoyo de varios organismos públicos.
El público que llenaba algunos de los pasillos donde se instalaron los expositores podía participar en una auténtica fiesta de los sentidos. La vista y el gusto se llevaban la palma, pero no faltaban quienes sumaban el oído: las razones eran variadas, pues tanto se celebraban catas comentadas como, a pocos metros de distancia, se daban explicaciones sobre la forma de preparar algunos cócteles.
La feria está concebida más como una forma de acercarse al público interesado en la gastronomía que como una búsqueda directa y explícita de nuevos clientes, aunque tampoco se descarta ese perfil. «Máis ca unha feira, é unha reunión de todos os distribuidores; non se vén buscando mercados», decía José Antonio Veiga, responsable de un negocio (Discosta Norte) con sede en Ribadeo.
No obstante, ni se rechaza la aparición de nuevos clientes ni la venta está ausente de la actividad de los expositores. Claudia Lorenzo tiene una pastelería cuyo nombre, Dulce Baralla, explica bien dónde está ubicada. Ayer afirmaba que la asistencia a este certamen merece la pena porque «Galicia es muy dulcera» y porque «siempre se abre algo de mercado». Comprasen o no, entre quienes pasaban por su estand eran bastantes los que se animaban a probar sus elaboraciones.
Tampoco faltaban visitantes en el expositor de Eduben, firma con sede en Vilalba. La empresa Eduben se centra en la distribución de variados productos, cuyo origen está en sector agropecuario o en el mar. Una de sus cabezas visibles, Benjamín Carballeira, reconocía la conveniencia de este tipo de eventos: «Sempre é bo vir», decía.
Ciclos formativos
La variedad de la feria se percibía en la variedad de productos que se podían degustar o cuyo reclamo estaba presente nada más llegar: ese era el caso de la merluza de Burela, presente en un cartel en el pasillo de entrada. Por otro lado, en el certamen también tienen expositores entidades cuya función no se centra directamente en la distribución: por ejemplo, el IES Sanxillao, de Lugo ciudad, mostraba en un estand su oferta de ciclos medios y superiores relacionados con el turismo y con la restauración. La asociación provincial de hosteleros (Apehl) estaba igualmente presente.
El túnel del vino, una forma de conocer el sector vinícola lucense
La Asociación Lucense de Distribuidoras de Hostalaría e Alimentación (Adislugo) tiene una amplia oferta de productos para ofrecer por medio de sus integrantes. Sin embargo, una feria como L de Lugo, que también se puede visitar este lunes, permite conocer sectores como el del vino observando de cerca algunos de los detalles de este producto. Esa es la función de un espacio como el denominado túnel del vino, en el que están presentes diferentes bodegas.
Entrar en esa parte de la feria permite saber qué uvas se usan en la elaboración de vinos de la Ribeira Sacra o a qué añada pertenecen los que se exponen y se pueden degustar. La proyección de un vídeo acerca más la vendimia a los visitantes.
Una ocasión idónea para aprender a catar un queso gallego
Uno de los alicientes de una feria como esta radica en la posibilidad de aprender a captar mejor los matices y los sabores de un producto. A ese objetivo responden las catas comentadas, de las que este domingo se vieron algunos ejemplos. Salomé Beiroa, de Teo, participó por la mañana en una cata de quesos y por la tarde tenía previsto protagonizar otra.
Las claves que esta catadora explicaba para aprender a saborear un producto incluyen detalles como, por ejemplo, iniciar la degustación con un trozo muy pequeño para empezar lentamente a percibir las cualidades. Cuando participa en una cata, comienza por explicar a los asistentes las características del queso que se va a probar antes de centrarse en el proceso de degustación. Entre un queso y otro suele tomar un pequeño trozo de pan tostado o de manzana Granny Smith, que, dice, le resulta conveniente en esos casos por su acidez.
Afirma, por otro lado, que los quesos gallegos poseen una alta calidad y que la capacidad de apreciarlos va a más por la celebración de catas. Al Pazo de Feiras acudieron ayer la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, y el delegado de la Xunta, Javier Arias, así como representantes del Concello de Lugo y de la Diputación.