Tras ser campeona de España, halló en el balonmano y en el pádel un respiro
20 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Mercedes de Santaló puede mostrar en su currículo que los éxitos a edades tempranas pueden continuar cuando se entra en la madurez. Estamos hablando de una lucense que fue campeona de lanzamiento de disco en las categorías promesas y sub-23 antes de lograr el título nacional en categoría absoluta. No sorprende, pues, que se sienta agradecida por lo que ha supuesto el deporte en su vida, aunque tampoco ignora que las circunstancias de unos y otros son diferentes y que pequeños detalles pueden cambiar una trayectoria.
—Escogió los lanzamientos, que no son precisamente la parte más popular del atletismo. ¿Influyó en esa decisión alguna razón en particular?
—En función de tus capacidades te van mandando a unas habilidades. Soy alta; tengo una complexión bastante fuerte... No había muchas dudas.
—¿Le gustaría haber cambiado de especialidad?
—No sabría decir. Veo que hay gente que hizo lanzamiento de altura o triple salto, pero no me veo ahí. Hice lo que me gustó. Además el atletismo es un deporte de competición, y el atractivo está precisamente en la competición. Los resultados son consecuencia de la motivación. El atletismo es difícil. Ir a competir, ver que vas superándote... ¡Le dediqué veinte años!
—¿Se siente satisfecha de esa dedicación de tantos años?
—El atletismo me lo dio todo. Uno hace muchas veces una preparación esperando unos resultados, y lo que ve no es lo que esperaba. Yo viajé, hice amigos, conocí a mi marido... El atletismo, realmente, me lo dio todo. Mi historia habría sido otra sin el atletismo.
—Está bastante claro que el atletismo tiene una parte de dureza. ¿Compensan el esfuerzo que se le dedica durante años, las renuncias que exige...?
—Desde el punto de vista económico, no compensa. Depende mucho de cuál haya sido tu experiencia. Yo tuve suerte de ir a competiciones internacionales, tuve suerte con las lesiones. Si le preguntas a otra persona, la respuesta puede ser distinta. ¿Me preguntas a mí si estoy contenta? Sí. Creo que depende de cada uno. Creo que desde el punto de vista económico no le compensa ni a Ana Peleteiro. Si no le compensa a una medallista olímpica, imagina a una campeona de España.
—¿Volvería a ser atleta?
—Creo que sí, pero volvería a ser atleta en mi historia. Mi marido fue campeón de España [de lanzamiento] de jabalina. En nuestro caso tuvimos la suerte de entrenarnos con alguien que dedicaba todo su tiempo libre a esto, como fue Raimundo Fernández. Manuel López, en Lugo, hacía lo mismo. En Galicia, creo, no hay mucha gente que viva de esto. El atletismo, además, requiere un alto grado de dedicación: puedes ir a correr solo, pero no puedes hacer solo una sesión de técnica o de pesas. En otro deporte hay situaciones diferentes.
—¿Es solitario el atletismo?
—Depende. Si estás en un centro de alto rendimiento, quizá no. Yo llevo trabajando desde los 23 [años] y dejé el atletismo a los 30, con siete sesiones semanales de tres horas. Hubo años en que entrenaba de nueve a once de la noche con el que hoy es mi marido y con otra persona. En las carreras la situación es diferente: tienes que hacer unos kilómetros a la semana y puedes encontrar grupos; encontrar un grupo de entrenamiento de lanzamientos o de saltos es muy difícil.
—¿Ahora echa de menos el atletismo?
—Ahora mismo, no. El deporte, al final, es dopamina, y sientes una especie de mono. Sí es verdad que fui buscando alternativas: me llamaron para jugar al balonmano; no había jugado en mi vida, y me encantó. Estuve dos años; me estropeé las rodillas y ahora juego al pádel.
—¿Después de haberse dedicado al atletismo a un alto nivel, le llena jugar al pádel?
—Si me lo hubiesen preguntado un año después de dejar el atletismo, habría dicho que no. Pero ha sido un proceso. Si veo que no me llega, voy al gimnasio y completo entrenamiento. Yo voy [a jugar] y lo doy todo. Estoy en un equipillo muy modesto que está metido en una la liga.
—¿Recomienda hacer ejercicio a alguien que, como usted, deja la alta competición?
—Claro. Pero se lo recomiendo a cualquiera. Nuestro cuerpo necesita movimiento, y el movimiento lleva consigo hábitos saludables: si voy a jugar al pádel, tomo agua, y al salir de allí no me apetece tomar un roscón. Además todas las personas, creo yo, necesitan equilibrar las necesidades de su vida: si haces deporte, descansas mejor, te alimentas mejor, etcétera. El deporte ayuda a relacionarse mejor con uno mismo.
—¿Siente que por haber sido lanzadora es menos conocida que alguien que se haya dedicado a las carreras?
—Indudablemente, en el atletismo hay pruebas de primera y de segunda. Cuando decía que practicaba atletismo, a veces me preguntaron qué hacía; dije que lanzamientos, y me dijeron ‘¿pero eso es atletismo?'. Parece que lo primero son las carreras, luego los saltos y después los lanzamientos. En Lugo ha habido corredores más destacados que lanzadores. Es normal que se conozca más a Adrián Ben que a Belén Toimil. (Nota: Belén Toimil es de Narón, practica lanzamiento de peso y participó en los Juegos Olímpicos de Tokio). A Adrián [Ben] lo conoce casi cualquier gallego; a Belén [Toimil], no tanto; a Ana [Peleteiro], porque sale en televisión. Una cosa son los resultados, y otra, la repercusión pública.
Origen. Mercedes de Santaló Osorio nació en 1981.
Trayectoria. El Universitario de Santiago de Compostela, el Puerto de Alicante y el Playas de Castellón fueron sus equipos.
Actualidad. Es profesora de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje; vive en Lugo ciudad.
Más entusiasmo que apoyo oficial en el Lugo de hoy
Mercedes de Santaló alaba el trabajo de clubes como el Franciscanos o el Lucus, pero lamenta que esas horas de esfuerzo no encuentre más apoyo oficial. Una consecuencia que cita es la falta de pruebas de cierto nivel: «Aquí se hicieron competiciones; hoy hay carreras populares y croses», afirma. Que se necesita más respaldo institucional le parece evidente: «Si no, es imposible», dice, convencida de que la entrega desinteresada de algunos no basta.