Festejos

Antón Grande

LUGO

27 jun 2025 . Actualizado a las 22:40 h.

Cada vez más los festejos tradicionales dejan de ser lo que eran, aquello por lo que venían repitiéndose a través de los años, incluso de los siglos.

Un ejemplo lo tenemos en las celebraciones del Corpus y de la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo. Desde mi agnosticismo, el acto religioso en sí me interesa nada; ya sé que la Ofrenda en sí supone la sumisión del poder civil al de la iglesia, o así era antaño; ahora se repite quizá aún conservando un poco de sumisión. Si no, no hay más que ver a los obispos pidiendo que se celebren elecciones como lo hacen algunos partidos políticos.

Pero bueno, centrémonos porque lo que sí me resulta interesante es la Ofrenda y lo que supone en sí, con su historia de varios siglos recordando cuando Galicia era independiente y aquí mandaban nuestros señores feudales, para bien o para mal, que no voy a discutir esto.

Estos festejos, con su toda su parafernalia, suponían un día grande en Lugo, festivo para más señas, con recepciones a los alcaldes, procesiones y demás farándula. Todo lo que se quiera, pero era nuestra historia, la historia, o parte, de nuestra tribu galaica. Todo, o casi, se ha perdido, e incluso la tradicional Ofrenda, antaño el jueves del Corpus, se ha trasladado a un domingo. Y los nacionalistas, sin aparecer, quizás porque estoy hablando de otra Galicia perdida en el tiempo.

No solo son estos festejos los que han sufrido cambios. La noche del solsticio de verano ha mantenido las hogueras pero con cambios notables: las sardinas, no sé si por su precio, van desapareciendo dando paso a los churrascos y los chorizos a la brasa. Bienvenidos sean pero el olor a sardiñada y de las cacharelas ardiendo quedará siempre en el recuerdo.