Un incendio arrasa 150 hectáreas de monte en Os Ancares, cerca del límite entre Galicia y Castilla y León

LUGO

El incendio se controló en la noche del sábado, tras más de doce horas de trabajo de extinción
17 ago 2025 . Actualizado a las 22:51 h.Han sido 150 las hectáreas de monte afectadas por el incendio que este sábado ha afectado a la comarca de Os Ancares, cerca del límite entre Galicia y Castilla y León. El fuego, que se originó en la parroquia de Vilarello (Cervantes), se dio por estabilizado en la mañana de este domingo, según informaciones de la Consellería de Medio Rural. Personal que trabajó en la extinción aseguró que el sábado por la noche ya estaba dominado, tras más de doce horas de actuación en la zona. A última hora de la tarde del sábado personal de Protección Civil de ese municipio ancarés afirmó que se estaba echando agua para intentar rebajar la temperatura del terreno.
Una carretera de la red de la Diputación de Lugo, que une los municipios de Cervantes y de Pedrafita do Cebreiro estuvo cortada este sábado por el incendio declarado en el primero de ellos. A última hora de la tarde ya estaba reabierta.
La zona en la que empezó el fuego tiene monte raso, aunque hay también pinos. Los respectivos alcaldes de Cervantes y de Pedrafita do Cebreiro, Benigno Gómez y José Luis Raposo, recordaban este sábado que en la zona ya se había registrado otro incendio hace años. El aviso del incendio se les transmitió alrededor de las cinco de la mañana, y los dos confiaban en que el viento no se convirtiese en un aliado para la propagación de las llamas: «Hai moita seca», reconocía el alcalde de Cervantes.
A última hora, según las informaciones facilitadas, ese riesgo estaba descartado. Tampoco el municipio de Pedrafita do Cebreiro se vio afectado, aunque el fuego sí llegó a pasar a Castilla y León. La Consellería de Medio Rural envió a la zona cuatro agentes, dos brigadas, seis motobombas, una pala y un helicóptero.
Por otro lado, en Friol se vivió este viernes una situación de inquietud por los incendios al reavivarse, en la parroquia de Seoane, uno que se había originado y extinguido el martes. El alcalde, José Ángel Santos, explicó que se trataba de una zona de monte raso y que con la intervención del GES friolés y de vecinos de la zona se había logrado dominar la situación.