Begoña Campos: «La palabra cáncer todavía es un tabú que da muchísimo miedo»

María Guntín
María Guntín SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Carlos Castro

La especialista en oncología Begoña Campos impartió una charla ayer en Sarria

20 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Begoña Campos, oncóloga del HULA que atiende a pacientes con cáncer de pulmón, tumores cutáneos y que está al frente del consejo genético, impartió ayer en Sarria una conferencia que se encuadra dentro de las charlas saludables que organiza La Voz de Galicia y el Sergas. La médica habló del tratamiento a la carta en oncología y explicó que la palabra cáncer aún es un tabú porque, a la mayor parte de la gente, le infunde miedo y respeto.

Campos intentó que los conocimiento teóricos calasen en la gente y para ello habló de casos prácticos que ella trata a diario. Contó también que el cáncer se produce cuando una célula del cuerpo muta, empieza a cambiar y a multiplicarse. «Puede pasar en cualquier parte del cuerpo y es posible que se extienda», narró la especialista, que también contó que el cáncer existe desde que existe la humanidad y es que hay papiros de hace más de 3.000 años que hablaban de pacientes con cáncer de mama. Fue Hipócrates el encargado de bautizar esta enfermedad y en el siglo XVII artistas como Rubens dibujaron a pacientes con cáncer de mama.

Cuando un tumor crece y si es posible, este se quita, aunque también se dan distintos tratamientos quirúrgicos. El tratamiento para luchar contra el cáncer surge en el siglo XVII y, desde entonces, no deja de evolucionar. «Aparece la radioterapia cuando un bebé de siete meses es diagnosticado de un tumor ocular. Lo anestesiaron durante la radioterapia porque no se podía mover. Después, surgió la quimioterapia porque alguien inventó un gas en la Segunda Guerra Mundial», contó ayer Begoña, que también explicó que, en un primer momento, la quimioterapia se utilizó con una intención dañina. Para contextualizar un tema tan complejo como el cáncer, la doctora hizo un análisis cronológico, pero también habló de tratamientos y de consecuencias, y del panorama actual en España.

Las claves para hacer frente a esta enfermedad son la prevención, la educación, la investigación y una gestión responsable que permita tratar al mayor número de pacientes de la mejor forma posible.

«Hace un siglo, el cáncer era la séptima causa de muerte, pero la esperanza de vida era de 34 o 35 años. Ahora, esta enfermedad es la responsable del 25% de fallecimientos porque, a medida que vivimos más, tenemos más posibilidades de desarrollar tumores», explicó Begoña Campos ayer en Sarria. Las estimaciones dicen que en dos décadas se diagnosticarán 22 millones de casos anuales y es que la incidencia del cáncer en hombres baja mientras que sube en mujeres. La doctora también habló de cifras: «A lo largo de la vida y si alcanzamos los 75 años de edad, uno de cada dos hombres tendrá cáncer y una de cada tres mujeres».

Las buenas noticias sobre un tema tan complejo y doloroso, con tantas historias rotas en la recámara y todas tan particulares, explicó Begoña, es que la mortalidad de los tumores está bajando, en parte gracias al diagnóstico precoz y a los programas de prevención.

Evitar los factores de riesgo, algo fundamental para la prevención de esta enfermedad

Explica Begoña Campos que «nos estamos concienciando de que cuidarnos es importante y que hay factores de riesgo evitables como el tabaco, el alcohol, el sedentarismo y el sol. Las infecciones también juegan un papel importante en los países no desarrollados». También se están desarrollando nuevos fármacos y es que gracias a la investigación se conoce mejor la enfermedad, para así hacerle frente de una manera más eficaz.

Las biopsias son también elemento fundamentales en todo este proceso y es que permiten obtener muestras de los tumores, explica la doctora. En estos casos, conseguir la mejor información es vital para elegir un tratamiento. «La biopsia líquida es una revolución. Trata de detectar en la sangre fragmentos de material genético del tumor y es que no todos los pacientes con cáncer de pulmón, por poner un ejemplo, se tratan igual. Aún cuando una persona tiene un tumor, dentro de él pueden aparecer cosas distintas», explica Campos.

La biopsia líquida no es invasiva, permite estudiar el tumor en su totalidad y de una forma dinámica, para favorecer así un diagnóstico temprano y una evolución de la heterogeneidad tumoral. Es más rápida, más segura y más barata. La pega es, dicen los profesionales como Begoña, que no permite realizar un diagnóstico y solo se usa en pacientes que ya están diagnosticados, a posteriori.

«Para que avancen los tratamientos es necesario que se invierta en investigación»

La especialista en oncología Begoña Campos también explicó que la investigación es fundamental para saber cómo hacer frente al cáncer. «Un ensayo clínico es una evaluación experimental de una sustancia en un ser humano. Es necesario ver cómo se distribuye en el cuerpo para comprobar su eficacia y saber así lo seguro que es».

Lograr fármacos específicos es la finalidad de la investigación y para ello, aparecen año tras año nuevos estudios. Además, la investigación clínica está legislada y los medicamentos se comercializan con autorización y se someten a distintas revisiones.

La unión hace la fuerza

«Los facultativos debemos unirnos para diseñar estudios en colaboración con la industria, de modo que en cada comunidad haya un estudio con un fármaco eficaz», explicó Begoña, que cree que los ensayos clínicos son una oportunidad.

Ahora mismo los tumores se estudian y se elige después el tratamiento que mejor funcione en cada caso. Todo ello gracias a los tratamientos nuevos y a la inmunoterapia para caminar así hacia una medicina de precisión.

«Los tumores se hacen resistentes a las terapias dirigidas, pero la investigación avanza y ya hay pastillas contra la resistencia», cuenta Begoña, y es que en los tratamientos de inmunoterapia, el fármaco estimula las células de defensa para que sean estas las que se enfrenten eficazmente al tumor.

Los médicos e investigadores son fundamentales en esta lucha, como también lo son las enfermas y el resto del personal. Begoña quiso también hacer un pequeño homenaje a todos los trabajadores de los hospitales, que realizan una labor indispensable y muy valiosa para pacientes oncológicos y también para sus familias.

Cirugía, radioterapia, radiocirugía, radiología vascular y fármacos radiactivos son algunas de las opciones que el HULA ofrece a los pacientes con cáncer. Los avances permiten que la calidad de vida de los enfermos mejore, tratando también efectos secundarios de los tratamientos. «La fatiga es el síntoma principal de la enfermedad y la familia es algo fundamental para que el paciente se sienta apoyado en todo momento», cuenta Campos.

En la charla, Begoña habló también de la necesidad de que se humanicen los hospitales y del importante papel que juegan las distintas asociaciones que ambientan, distraen y trabajan en los centros, para mejorar así el tiempo de hospitalización de los pacientes.