La compañía coruñesa Disashop cuenta con una red de 40.000 puntos de venta por todo el mundo; servicios de prepago móvil, contenidos digitales, facturas, «ticketing» de transporte... Su oferta no para de crecer
28 feb 2019 . Actualizado a las 11:28 h.El camino de las empresas, como la vida misma, es un ejercicio perenne de búsqueda. De renovación constante para crecer. Para seguir creando riqueza y sobrevivir en un territorio que con frecuencia se convierte en una selva implacable. Este espíritu inquieto, este ansia de mutar y edificar algo distinto, es el que ha permitido a la empresa coruñesa Disashop convertirse en una de las compañías más grandes de la comunidad, distinción meritoria por cuanto es el suyo, el tecnológico, uno de esos sectores en los que el concepto de selva, de hábitat en el que solo resisten los más fuertes, alcanza un sentido más acusado. Baste citar algunas cifras que dan cuenta de la dimensión que ha alcanzado la firma en sus 17 años de vida: 503 millones de euros en ventas en el 2017, 40.000 puntos de venta por todo el mundo y una plantilla de 390 trabajadores.
En poco más de tres lustros, Disashop ha pasado de concentrar su actividad en la venta de servicios de prepago para telefonía móvil a extender sus tentáculos por las más variadas actividades. El negocio de los celulares pervive, por descontado, pero también la distribución de contenidos audiovisuales y de entretenimiento (videojuegos, películas, música...), la comercialización de máquinas de autoservicio, el ticketing de transporte, el abono de facturas y los nuevos medios de pago o la venta de accesorios para smartphones a través de sus propias marcas.
Intentar sintetizar lo que hoy representa la compañía de capital gallego supone un ejercicio casi imposible que seguramente explica con precisión otra cifra: en su portfolio figuran hoy más de 900 productos. A ello ha contribuido igualmente un proceso de internacionalización que ha llevado a Disashop a mercados tan diversos como China, Colombia, República Dominicana, Perú, Ecuador o Portugal.
La compañía coruñesa ha logrado mantener un crecimiento sostenido en el tiempo gracias a su apuesta por un equipo técnico y comercial que constituyen los dos grandes pilares de la plantilla y al «liderazgo en la distribución», en palabras del director de márketing y proyectos, Manuel López. Gasolineras, tiendas de autoservicio y de conveniencia, puntos de venta 24 horas, colaboraciones con supermercados y con el sector público (Correos, por ejemplo)... Gracias al potencial de sus productos y a esta extensa red de venta, Disashop cuenta hoy entre sus clientes con los grandes gigantes de la tecnología: Apple, Netflix, Amazon, Sony... Y con un incontable número de operadoras: Movistar, Vodafone, Orange, Cubacel, YouMobile, Blau...
Del sector del transporte a las máquinas de autoservicio de última generación
Disashop ha hecho de la innovación una de sus señas de identidad. Su última aventura, en la que han depositado grandes esperanzas, es el ticketing de transporte, la recarga y venta de los bonos de transporte público. «Tiene mucho que ver con lo que sabemos hacer -explica Manuel López-. Conocemos muy bien el software y el funcionamiento, y a mayores probablemente tengamos la mayor red de puntos de venta del país, con lo que ofrecemos un servicio que otros operadores es probable que no puedan ofertar».
La empresa coruñesa ha desembarcado con éxito en este sector. Desde hace dos meses presta este servicio en la red de transporte público de Huelva y la idea de la dirección es optar a cada concurso que se convoque de ahora en adelante en las ciudades españolas. Paralelamente, desde su red de venta se pueden adquirir billetes para trayectos concretos en virtud de un acuerdo sellado con Movelia.
planta en coirós
Otro de los ejemplos de innovación de la firma son sus nuevas máquinas de autoservicio, dotadas con elementos como el reconocimiento biométrico o la huella digital. Fabricadas en la planta que Disashop tiene en Coirós, esta nueva generación de dispositivos se suma a una amplia oferta tecnológica diseñada (tanto el hardware como el software) por su equipo de ingenieros y desarrolladores.