«No creo que sea en absoluto prudente subir los tipos de interés este año»

Cristina Porteiro
C. Porteiro BRUSELAS / LA VOZ

MERCADOS

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Las señales de debilidad cada vez más evidentes en la economía de la eurozona y las amenazas procedentes del exterior aconsejan prudencia y flexibilidad en la política monetaria. Ese es el diagnóstico que Claeys realiza de un momento, el actual, cargado de incertidumbre para el que, dice, hay que prepararse

29 ene 2019 . Actualizado a las 12:38 h.

Desde los fríos cuarteles de Fráncfort hasta las acogedoras viviendas de los gallegos, todos los europeos tendrán un ojo puesto este 2019 en los tipos de interés. No solo son los responsables de crear un clima más o menos favorable a la liquidez en los mercados, también tienen una importancia crucial a la hora de facilitar el acceso a la financiación de las empresas y los hogares. Ya sea para comprar una casa o para poner en marcha un negocio. Grégory Claeys, el experto en macroeconomía y bancos centrales del think tank Bruegel, alerta de los riesgos que se ciernen sobre el crecimiento y recomienda al BCE no repetir el error que llevó en el 2011 a su consejo de gobierno a subir los tipos en plena crisis. Una decisión que estranguló a las economías del euro.

-Mario Draghi acaba de sugerir que podrían retomar el programa de créditos blandos. ¿Es una señal de que las cosas están yendo peor de lo esperado?

-Sí, de hecho lo que podemos extraer de su última reunión es que contemplan un mayor riesgo para el crecimiento y técnicamente hay problemas en la eurozona. Ahora está más claro atendiendo a las cifras de PIB del tercer trimestre del 2018.

-Teniendo en cuenta esta situación, ¿cree que el Banco Central Europeo tomó la decisión correcta al poner fin al programa de compra de deuda pública?

-De hecho, no han parado completamente el programa (QE). Han parado de aumentar la cantidad de bonos que poseen en diciembre, pero en enero han continuado comprando deuda pública con el margen de los bonos que van venciendo (reinversiones). Lo hacen a un ritmo de 16.000 millones de euros en bonos al mes, así que seguirán manteniendo los estímulos. No creo por tanto que sea problemática la salida del programa porque el BCE sigue comprando y los tipos de interés seguirán muy bajos este año. Creo que lo importante es que la política monetaria sea flexible y gradual y sobre todo que eviten errores como el que cometieron en julio del año 2011, cuando subieron los tipos en medio de la crisis de la eurozona.

-Guerra comercial, el desenlace del «brexit», volatilidad financiera...Con todos los riesgos que se ciernen sobre la economía, ¿ve una subida de tipos en el 2019?

-No creo que sea en absoluto prudente subir los tipos este año con la situación de crecimiento a la baja y las amenazas externas como lo que está pasando con la economía china y la paralización del Gobierno federal en Estados Unidos. De lo contrario, tendría efectos negativos en el crecimiento. Europa es muy dependiente del mundo y ahí reside fundamentalmente el riesgo. Es el mayor exportador del mundo en términos de PIB, por encima de China, debido en parte a la mejora de la competitividad durante la crisis. Somos muy dependientes de lo que pase ahí fuera.

-¿Hasta cuándo tendremos que esperar?

-No hago previsiones pero si esta situación fuese temporal, se podría empezar con la normalización de la política monetaria y la subida de tipos para el 2020, pero quién sabe. Puede que la desaceleración dure más de lo esperado. Si ese es el caso, podría ser incluso al año siguiente.

-Recibimos señales negativas de la economía alemana. ¿Será un factor crucial para el BCE a la hora de revisar los tipos?

-Sí porque Alemania es el motor de crecimiento de Europa. Está más expuesta que nadie a los shocks externos, por eso es importante tomar una decisión poniendo el ojo en su economía. Si a Alemania no le va bien, al resto tampoco.

-Algunos analistas hablan de una posible recesión en los próximos dos años. Esto cambiaría los planes del BCE. ¿Es realista?

-No puedo predecir qué pasará, pero debemos prestar atención y estar listos para afrontarla en términos de decisión. En este sentido creo que los países también deberían reformar la arquitectura de la zona euro. Básicamente, no hemos hecho nada para completarla en los últimos cuatro años. Esperemos que se tomen decisiones este año para culminar, entre otras cosas, el mercado de capitales o la garantía europea de depósitos. No hemos aprovechado la recuperación para hacerlo.

-¿Existe riesgo de burbujas e inflación a consecuencia de la política acomodaticia del BCE?

-Si tienes una política acomodaticia por un tiempo demasiado largo podrías tener problemas de burbujas, pero hay que recordar que por muchos años tuvimos una brecha de crédito. Lo que es importante es que el BCE controle el volumen, pero las empresas lo van a necesitar para financiarse. No veo riesgos de burbujas como la tuvo España a nivel de la eurozona. Es posible que surja alguna a nivel local en ciudades como Ámsterdam. En cuanto a la inflación, es realmente baja, por debajo del 2 %. Si eliminas el factor energía y la comida es del entorno del 1 %.

-Los bancos europeos se quejan de que los tipos de interés bajos continuados perjudicarán su rentabilidad. ¿Es un problema para la estabilidad financiera?

-Definitivamente es un problema al que hay que prestar atención y entiendo por qué los bancos dicen eso. Sin embargo, no hay evidencias empíricas por el momento de que obtengan beneficios reducidos por culpa de los tipos de interés bajos. De hecho, ellos han recibido beneficios de los préstamos al 0 % del BCE.

Los expertos de Bruegel sostienen que Europa debe armarse ante una eventual recesión más allá del 2020

El «think tank» no cree que se vayan a producir burbujas por la política acomodaticia que ha aplicado el BCE