El valor estratégico de la madera gallega

venancio salcines Presidente de EF Business School

MERCADOS

Todo el edificio está construido con madera contralaminada hecha con pino radiata de los montes de A Mariña y tratada en el País Vasco, ya que en Galicia no hay fábricas especializadas todavía
Todo el edificio está construido con madera contralaminada hecha con pino radiata de los montes de A Mariña y tratada en el País Vasco, ya que en Galicia no hay fábricas especializadas todavía oscar cela

14 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo existe en este mundo una verdad aceptada, la cual a su vez genera una gran consecuencia. Estamos dañando el planeta, y a unos niveles que no es capaz de soportar. Esta es la verdad que nadie discute. Lo segundo es que su generación y la mía tienen un mandato, el primero que ha recibido la humanidad, y es muy básico: hay que parar la agresión. Esa responsabilidad la tiene usted, un trabajador que vive en un barrio obrero de Johannesburgo y un empresario de Kuala Lumpur. Más de ciento treinta jefes de Estado y presidentes de gobiernos, acompañados de miles de diplomáticos volverán de Glasgow a sus naciones cargados de deberes. Todos, absolutamente todos, diseñarán políticas que penalizarán la quema de carbón y el consumo de petróleo y gas. Entre esta pequeña legión gubernamental también estará Ángeles Vázquez, nuestra conselleira de Medio Ambiente. Ella, al igual que la ministra Teresa Ribera, tendrá que profundizar y trabajar en estrategias que nos acerquen a cero emisiones netas.

La inmensa mayoría de la población conecta las emisiones de carbono con la contaminación generada por los automóviles y la quema de carbón de las centrales. Y es lógico, en ello insisten los medios. Pero si uno profundiza en la cuestión pronto averiguará que las emisiones de dióxido de carbono resultado de mantener operativos nuestros edificios, unido a la contaminación que genera la industria de la construcción, equivalen al 38 % de las emisiones globales relacionadas con la energía. Es decir, tenemos tres estrategias a seguir, y aquí no hago más que repetir el mensaje de Naciones Unidas: a) hemos de reducir el consumo de electricidad generada a través de combustibles fósiles, b) hay que rebajar la demanda de energía de los edificios y c) y demos adoptar estrategias constructivas con materiales que reduzcan la huella de carbono en su ciclo de vida.

Las dos primeras estrategias son bastante obvias, pero la tercera impacta directamente sobre nosotros, sobre Galicia. La tercera está diciendo algo tan simple como que debemos incorporar la madera como elemento constructivo. Que donde unos visualizan metros y más metros cúbicos de hormigón o de ladrillos han de empezar a ver madera, en uso estructural, extraída de coníferas (pinos) de cercanía. Es decir, nuestra conselleira de Medio Ambiente debe entrar en contacto con la de Vivenda, lo cual, con toda seguridad, no será un problema. Galicia, hoy, de la mano de la Fundación Arume, que aglutina a la cadena de valor del pino, ha salido al balcón del futuro de la construcción. Le acompañan la Consellería de Medio Rural (el recurso) y la Vicepresidencia Económica (la industria). Falta el producto (Conselleria de Vivenda), que con toda seguridad se unirá más pronto que tarde.

Todos unidos, sector privado y Administración autonómica, pueden lograr, y no estoy yendo de farol, que el sector forestal gallego lidere, en España, la bioconstrucción. Tenemos montes e industria pequeña, mediana y grande. Tenemos dos escuelas de arquitectura, más forestales y agrónomos; tenemos conocimiento y una Xunta volcada con el proyecto. Necesitamos hacer como los vascos, un gran edificio, en su caso construido con 2.200 metros cúbicos de madera contralaminada de pino de cercanía. Sesenta y cinco viviendas de protección oficial que hoy son un referente nacional. Ellos lo construyeron en el 2017, para que fuera el oráculo dónde pudieran ir todos aquellos que deseasen continuar el camino. Nosotros también hemos de hacerlo para que sea también un oráculo, pero para todos aquellos que deseen adelantarse a las normativas europeas que están por llegar. Al futuro no se le espera, se le adelanta.