Tarjeta roja para el Mourinho de las finanzas

MERCADOS

abraldes

23 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No acaban bien las cosas —o al menos, así debería ser— para quienes se saltan a la torera las reglas contra la pandemia. Con Novak Djokovic y Boris Johnson en el centro de la polémica estos días precisamente por tal motivo, puede que para muchos haya pasado desapercibida la dimisión del primer ejecutivo de una importante entidad financiera europea por la misma causa.

Y eso que no se trata de un directivo cualquiera, que quien nos ocupa esta semana es una estrella de las finanzas. Tanto sabe del tema, que en el mundillo se le conoce como el Mourinho de las finanzas. Y ya les adelanto que no es solo por ser también portugués. Hablamos de António Horta-Osório (Lisboa, 1964), hasta hace unos días presidente de Credit Suisse. Puesto en el que no llevaba ni un año y que ha tenido que dejar por haber infringido las medidas anticovid, saltándose, entre otras cosas, la obligada cuarentena. Y no en una, sino en más de una ocasión.

Horta-Osório abandona así, a toda prisa, un grupo en el que desembarcó precisamente tras un sonado escándalo de espionaje a empleados que acabó con su antecesor fuera del cargo. Quería la entidad hacer borrón y cuenta nueva en cuestiones de reputación y le ha salido el tiro por la culata.

Es el portugués un viejo conocido de la banca española. Que para algo fue en su día considerado todo un delfín de Emilio Botín. Casi nada. «El niño mimado de don Emilio» lo llamaban algunos. Curtido desde muy joven en mil batallas en los, nunca fáciles y muchas veces hostiles, mercados internacionales (trabajó, entre otros, para el todopoderoso Goldman Sachs), llegó el luso al Santander cuando todavía no había cumplido los 30. Lo hizo de la mano del patrón y de su hija Ana, hoy presidenta de la entidad, para pilotar mano a mano con ellos la expansión en Portugal, Brasil y el Reino Unido.

En el Santander estuvo veinte años. Hasta que lo dejó para volar solo y liderar el reflotamiento del histórico Lloyds, emblema de la banca británica, intervenido por el Estado víctima de la voraz crisis financiera del 2008. Y lo logró, dejándose la piel en la tarea: en el 2017 el Gobierno británico ponía fin a la reprivatización de la entidad con unas ganancias que rozaban los mil millones.

Y no solo la piel fue lo que se dejó el luso. A punto estuvo el duro trabajo de llevárselo por delante: tanto fue el estrés durante sus primeros meses al frente de la entidad que en el verano del 2011 tuvo que ser ingresado de urgencia. Muchos no contaban con él, pero sobrevivió. Meses de terapia y recuperación le llevó salir del colapso físico y mental en el que acabó, pero lo hizo. Duro de pelar.

Con la misión cumplida, en el verano del 2020 anunció su marcha de Lloyds. Dejaba la City londinense. Algunos auguraron entonces su regreso al Santander que lo vio crecer. Se equivocaron. Recaló en el suizo Credit Suisse.

Licenciado en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Católica de Portugal en 1987, año en el que comenzó a trabajar para Citibank en Portugal, comparte el directivo con el verdadero Mourihno la ligazón con el deporte.

Su padre fue campeón nacional de ping-pong; y su abuelo, presidente del Sporting de Lisboa. Ahora este dandi de las finanzas como muchos lo describen por su siempre impecable aspecto, se ha quedado fuera de juego. No tardará en volver al campo, vaticinan quienes lo conocen bien.

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