
La medida conlleva bonificaciones de hasta el 21% , incluyendo la no aplicación del IPC, con el objetivo de ahorrar a los ayuntamientos 11 millones de euros
13 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama) rebajará este año marcado por las secuelas del covid, el alza de precios y desabastecimiento de las principales materias primas y los elevados costes energéticos el canon a los 295 concellos gallegos adscritos a su modelo de gestión de residuos. Y lo hará en un 5%, con el objetivo de reducir el coste medio de la tonelada de 69,48 euros del 2021 a los 66,00 fijados para el presente ejercicio. De forma paralela, la sociedad con sede en Morzós, Cerceda, mantendrá la bonificación del 10%, aplicada desde hace ya tres ejercicios, a aquellos municipios que ya la hayan solicitado y que acrediten el cumplimiento de tres requisitos exigidos en las bases: promover la menor producción de residuos, estimular el reciclaje de los envases ligeros depositados en el contenedor amarillo y trasladar esta rebaja a los recibos que abonan los ciudadanos a los ayuntamientos. En este caso, el canon se situará en 59,40 euros la tonelada.
Según los datos de Sogama, son ya 165 ayuntamientos gallegos los que solicitaron el pasado año esta rebaja en la tarifa del 10%, aunque los interesados todavía disponen de plazo hasta el 1 de marzo para acreditar que cumplen con estos preceptos. En términos globales, esta bonificación del 10%, que se llevó a cabo durante los tres últimos años de forma consecutiva, ha supuesto hasta el momento un ahorro para los gallegos de más de 9 millones de euros.
Exención del IPC
De manera adicional, Sogama no repercutirá este año el IPC correspondiente a cierre de 2021, es decir, el 6,5%. Si se tienen en cuenta todas estas iniciativas, la rebaja en la factura para un concello medio gallego rondará el 21%. En euros, más de 11 millones de euros en términos globales para el conjunto de los 295 municipios.
Más allá de contribuir a aliviar la presión sobre la economía de las familias, golpeadas por la crisis del covid-19 y el incremento del precio de distintos servicios, como es el caso de la subida implacable de la electricidad, la Xunta, a través de la Consellería de Medio Ambiente, pretende también compensar el negativo impacto que tendrán los impuestos impulsados por el Gobierno central y que gravarán el uso del vertedero y la propia valorización energética, a pesar de estar contemplada en la normativa como la mejor opción de tratamiento para aquellos restos que no se pueden reciclar, consiguiendo reducir al máximo el depósito en vertedero, la opción menos deseable debido a sus perniciosos efectos sobre el entorno y la salud pública.
Con un porcentaje medio de vertido en España estancado en el 54%, el Estado ha decidido gravar también la valorización energética, incluso en plantas de alta eficiencia como la de Sogama, cuando en los países del norte de Europa, que son los más avanzados y comprometidos con el medio ambiente, los altos índices de reciclaje y de recuperación energética de la parte no reciclable posibilitan que las tasas de vertido se sitúen entre el 1 y el 4%
Estrategia
A pesar de este varapalo, la Xunta avanza en la estrategia de la economía circular, con la realización de importantes inversiones con las que prevé incrementar de forma sustancial las tasas actuales de reciclaje. En el marco de las directrices europeas, Sogama canalizará una red de infraestructuras para la gestión y el tratamiento de la materia orgánica y, de paso, colabora con los concellos, que son los que tienen la competencia en el ámbito de los residuos, para que cumplan con sus obligaciones. Es decir, implantar, antes del 31 de diciembre de 2023 la recogida diferenciada de la fracción orgánica a través del denominado quinto contenedor, de color marrón. Esta red estará conformada por cuatro plantas de biorresiduos (una por provincia): Cerceda, en A Coruña —ya en funcionamiento— Cervo en Lugo, Vilanova de Arousa en Pontevedra y Verín en Ourense. Estas instalaciones tendrán el apoyo de 13 plantas de transferencia, que se dotarán de una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica, con lo que se facilita el transporte hasta la planta de biorresiduos más próxima.
La previsión es que esta red, en la que se invertirán 38,6 millones de euros, de los cuales 30 millones serán aportados por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder), entre en funcionamiento a finales de este año. Este plan inversor representa una continuación del ejecutado en el último lustro. Sogama realizó inversiones por 90 millones de euros, en las que priorizó dotar a las instalaciones de Morzós de todas las mejoras tecnológicas para optimizar el servicio que presta cada día a más de 2.240.000 habitantes. Entre ellas, a destacar la construcción y operación de una planta de recuperación de materiales reciclables contenidos en la basura en masa, la incorporación de las últimas tecnologías para obtener la máxima eficiencia, la promoción de un transporte sostenible como es el tren, el sellado del 90% del vertedero de Areosa y, por supuesto, la adopción de medidas para llevar a cabo una actividad respetuosa con el medio ambiente.