La empresa gallega MyBox Experience cuenta con fábricas en Barcelona y México y acaba de iniciar su aventura comercial en países tan dispares como Costa Rica, Perú o Italia
26 nov 2023 . Actualizado a las 18:12 h.La empresa gallega MyBox Experience tuvo un gran eco mediático justo después de que un volcán arrasara parte de la isla canaria de La Palma. Su plan de negocio de construir casas modulares con contenedores marítimos se puso al servicio de los vecinos afectados tras ganar un concurso público lanzado por el Gobierno de Canarias para la construcción de 85 viviendas en un plazo de medio año. Es el proyecto más conocido de la firma asentada en el polígono industrial de Chorente (Allariz), pero tan solo una pequeña muestra de su amplia abanico de clientes que han acumulado en su corta trayectoria empresarial. Resorts de lujo en plena naturaleza con piscinas de contenedores marítimos en Portugal o casas a medida con altos estándares de calidad son algunos de sus hitos.
El crecimiento de la compañía liderada por David González Rey les ha llevado a cruzar el charco. Han abierto una sede en México en la localidad mexicana de Chihuahua. La filial de Norteamérica de MyBox Experience pretende aprovechar esa ubicación estratégica, limítrofe con el estado de Texas, para operar en México, Canadá y Estados Unidos. Cuenta con otra fábrica en Barcelona para hacer frente a los pedidos de sus áreas de influencia. Su expansión ha llegado a dos nuevos mercados, según confirmó el emprendedor ourensano en un reciente encuentro organizado por el Círculo de Empresarios de Galicia. Se trata de Italia, Costa Rica y Perú, donde confían en exportar su exitoso modelo de casas modulares elaboradas con contenedores marítimos.
De cara a su expansión futura, la mecanización del proceso constructivo de las viviendas es el reto en el que está inmerso este equipo. Para ello han sacado adelante un proyecto para construir una nueva sede desmontable, elaborada también con contenedores marítimos y que ha seguido el modelo utilizado, por ejemplo, en uno de los estadios del pasado Mundial de Catar 2022. «Todas as pezas son de material reciclado e pódense exportar por se é necesario por calquera emerxencia. A súa futura retirada sería cun impacto ambiental de cero», explica David González, cofundador de la empresa. Se trata de uno de los primeros proyectos de este tipo que tiene la opción de desmontarse en un período que no sería superior al mes. El diseño de esta nueva fábrica que se ubicará también en Allariz fue del estudio de arquitectura ourensano Müller-Feijoo. Contará con dos zonas, una de producción industrial y otra de oficinas. En la parte exterior del negocio habrá un aparcamiento para 30 plazas, una campa para contenedores y otra de recepción de materia prima. La iniciativa incluye un sistema de paneles solares, que se repartirán por una superficie de 2.500 metros cuadrados y que podrían llegar a producir una potencia eléctrica de 500 kilovatios. Para su construcción está previsto utilizar un total de 150 contenedores.
El proceso
El proceso para convertir un contenedor marítimo ya sin uso en una vivienda se inicia con su reciclaje, mediante un proceso de mecanizado, cortado y aislamiento. El suelo es de tarima de madera de alta calidad, las paredes son de pintura ecológica y la carpintería es de aluminio. Los acabados exteriores pueden ser de diferentes materiales, desde pintura hasta otras opciones de más alta gama. La mayoría de los modelos que se fabrican en MyBox Experience también cuentan con aire acondicionado. Pueden llegar a construir una por día, en caso de emergencia o catástrofe como sucedió con el volcán de La Palma.
Además de viviendas, la firma ourensana puede poner en el mercado piscinas, gimnasios o infraestructuras alquilables para festivales y otros acontecimientos. Entre estos últimos destaca, por ejemplo, el elaborado para Coren Grill y que ha utilizado en diferentes eventos culturales el pasado verano. Se trata de una foodtruck completamente automatizada y que se estrenó en el festival O Son do Camiño. El vehículo, de gran formato, tiene una superficie total de cincuenta metros cuadrados, incluida una amplia plataforma de atención al público.
Todos estos proyectos se resumen en la filosofía de este negocio creado en el año 2014: «Nuestro concepto es el de reciclar, reutilizar y rediseñar con los módulos de contenedores marinos un juego de posibilidades espaciales de usos ilimitados».