Las sociedades afrontan el nuevo año con la reducción de costes y el incremento de la eficiencia como grandes objetivos para hacer frente a las subidas de precios
19 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El 2025 será un año marcado por la reducción de costes y el aumento de la eficiencia en las empresas españolas. Esos son, de hecho, los dos grandes objetivos que para el año se marcan el 76 % de las sociedades. Le siguen como prioridades reforzar la liquidez y la gestión del flujo de caja (74 %) y mitigar los riesgos crediticios y mejorar la prevención de impagos (71 %), según el Informe Europeo de Pagos que elabora Intrum.
Esa necesidad de apretarse el cinturón que anticipan las empresas españolas aumenta dos puntos porcentuales con respecto al último estudio de Intrum y refleja además un cambio importante con respecto al 2024, cuando la principal preocupación de los negocios era fortalecer la liquidez y el flujo de caja, que ahora es la segunda prioridad.
El informe también sitúa a la cabeza de los objetivos empresariales para este año la reducción de riesgos crediticios, mejora de la prevención de impagos y disminución de la exposición a préstamos de dudoso cobro (71 %) o el impuso a la transformación digital (70 %). También la revisión de los contratos con los socios y proveedores (67 %) y la mejora de los procesos de pago para asegurar que los suministradores reciben el abono de sus facturas de forma puntual (58 %).
Esa necesidad de reducir costes y ser más eficientes radica en que los empresarios afrontan el 2025 con optimismo, sabiendo que habrá un crecimiento lento pero constante, pero también con una previsión de aumento de los costes por las subidas de precios generalizadas de todos los bienes y servicios.
De ahí esa necesidad de revisar y ajustar los gastos como prioridad, sin dejar de lado otras medidas asociadas a la disminución de los riesgos financieros y operativos. Este año estará, por tanto, marcado por la prudencia.
El informe de Intrum refleja además que las prioridades empresariales varían por sectores. El que más énfasis pone en la reducción de costes es el de las telecomunicaciones (85 %), seguido de la banca y los servicios financieros (84 %), el comercio minorista (82 %), las administraciones públicas (81 %), la hostelería y el ocio (79 %), los seguros (79 %), las firmas industriales y químicas (78 %) y la minería (76 %). La explicación hay que buscarla en que operan en entornos en los que la optimización de recursos es crucial para mantener márgenes de beneficio.
En cambio, sectores como el tecnológico, la farmacia y la medicina o el transporte y la logística tienen como prioridad para este año acelerar su transformación digital, debido a que necesitan optimizar procesos y adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades del mercado.
Los impagos, que son otra gran preocupación empresarial, obligarán a tomar medidas para gestionar y abordar los atrasos de pago en sus primeras etapas, es decir, cuando los clientes deudores apenas comiencen a retrasarse en el abono de sus facturas. Así se puede evitar que pequeños retrasos se conviertan en impagos más graves e irreversibles. También será importante apostar por la digitalización y la inversión en programas informáticos de gestión de cobros y análisis predictivo, así como nuevas alianzas.