«Crear organizaciones de futuro también es una inversión»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

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María García es la consejera delegada de Galaica
María García es la consejera delegada de Galaica

María García es la CEO de Galaica, una consultoría coruñesa que luce la certificación B Corp desde el 2023, justo cuando cumplieron los 20 años. Junto a otras cuatro compañías gallegas representa una filosofía empresarial que busca mejorar las cosas

16 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Son esas empresas que ven el mundo de forma diferente. No por una cuestión reputacional, sino porque lo llevan en el ADN. Pan do Mar, la Agencia Nasas, Alén, Hijos de Rivera y Galaica forman el plantel de compañías que representan al movimiento B Corp en Galicia.

María García, consejera delegada de Galaica, desprende el orgullo de haber convertido su «pequeña» empresa en una organización de «personas comprometidas» que creen en una economía diferente y transformadora.

—¿Qué es el movimiento B Corp?

—Es una esencia, una razón de ser. Significa que te identificas con una serie de valores y propósitos. La certificación es una forma de avalarlo. Todas las empresas que estamos certificadas, que en España vamos camino de las 300, tenemos unos valores y propósitos: crecer de manera responsable teniendo en cuenta a las personas y al planeta.

—Es sostenibilidad...

—Y buscar el impacto positivo en el entorno en el que te mueves.

—¿Cómo tiene que ser una empresa con el sello B Corp?

—Esta certificación se basa en un estándar de alto nivel en materia de sostenibilidad. Aunque está en fase de actualización, ahora mismo tiene cinco bloques. El fundamental, las personas. Tu equipo y los clientes. Sin clientes no hay empresa. También que exista una buena gobernanza en la empresa. Miramos hacia la comunidad y eso incluye a los proveedores, la cadena de valor que tengas, las entidades locales... que fomentes el crecimiento en las zonas en las que estás operando. Y por supuesto el medio ambiente.

—¿Cómo se convierte Galaica en una de las pioneras del movimiento en Galicia?

—Tanto a nivel personal como a nivel profesional ya estaba en nuestra esencia. El movimiento lo conocimos en realidad hace muchos años, pero entonces no era el momento. Galaica tiene más de 20 años, pero lo decimos cuando ya tuvimos una pequeña estructura para poder seguir ese camino y todos estuviésemos en línea con esta filosofía. El sello llegó en el 2023, pero en realidad los procesos ya los teníamos. La certificación te ayuda a ordenar tu empresa. Cuando pedimos certificarnos ya nos dimos cuenta de que éramos B Corp en origen. Nuestros pilares eran fuertes y realmente avalaron nuestra identidad.

—¿Puede hacerlo entonces una empresa pequeña?

—Sí, nosotras lo somos. Y después tenemos como ejemplo a Hijos de Rivera o Ecoalf, que son más grandes. Somos empresas que buscamos estar continuamente mejorando para ser mejores para el mundo. Es el cambio desde el modelo de empresa tradicional a pensar que esto debe ser sostenible en el tiempo.

—¿Qué caracteriza a Galaica?

—Tenemos política de sostenibilidad, que se basa en hacer partícipes a nuestros grupos de interés. Los primeros, los trabajadores. Somos una compañía participativa y colaborativa. Cualquier acción estratégica se diseña así. Hacemos encuestas de satisfacción y, junto a mis compañeras, diseñamos sus planes de carrera. También elaboramos una memoria de sostenibilidad, que no tendríamos que hacerlo, y hacemos públicos los datos. Es decir, hacemos un reporte no financiero sin estar obligadas. Somos una empresa pequeña, pero saludable; tenemos acuerdo de flexibilidad laboral, trabajamos en la conciliación, promocionamos la formación, estamos por encima de convenio... Las personas son muy importantes, tanto las que son de tu equipo como las que son relevantes en el entorno en el que operas. En cuanto al impacto ambiental, somos una consultoría, pero intentamos reducir la generación de residuos. En cuanto a la huella de carbono, nuestra oficina se nutre de energía renovable al cien por cien. También, para compensar, tenemos un bosque en Irixoa.

—¿Y tu equipo?

—Tiene que ser comprometido y la verdad es que lo es. Eso solo tiene beneficios porque al final es identificarte con la empresa, que sea parte de ti. Así todo es mejor.

—¿Cuánto cuesta esta filosofía empresarial?

—No es barato todo esto, pero el beneficio sí está ahí. Al final significa crear organizaciones de futuro y eso es una inversión.

—¿Hay relación entre las empresas de la red?

—Sí, entre las cinco compañías gallegas tenemos encuentros y a nivel nacional también. Precisamente marzo es el mes B Corp Month, en el que tenemos, por ejemplo, ponencias, y nos vamos a ver en citas de la propia organización. Hay además muy bien feeling, hay sinergias e intentamos ayudarnos entre todos. La verdad es que cuando ves el sello, sabes el trabajo, esfuerzo y valores que hay detrás de esos proyectos. Es apasionante.

—Usted participa en eventos como una auténtica embajadora... esto también es tiempo.

—Duermo poco, me apasiona lo que hago y me involucro mucho.

—Y con toda esa actividad, ¿qué es lo próximo a mejorar o implementar en su compañía?

—Muchas cosas, pero las contaremos en su momento.

—¿Qué tipo de responsabilidad supone llevar el sello B Corp?

—Yo lo considero más bien un orgullo, una felicidad. Me siento realizada y con muchas ganas de seguir mejorando. Las empresas B Corp crecen como mínimo un 30 % en su cuenta de resultados. Eso dice mucho.

—¿Hace falta que más empresas se animen?

—Sí, pero tienen que tener la base. Esto no es márketing barato.