La segunda vivienda tira del mercado

MERCADOS

CARMELA QUEIJEIRO

Las solicitudes de hipotecas para la compra de una residencia vacacional han crecido un 20 % en el 2025. Los propietarios buscan casas de segunda mano y por unos 174.000 euros

29 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos velocidades totalmente opuestas marcan el camino del mercado inmobiliario de nuestro país. Los más jóvenes y las familias con unos sueldos algo más exiguos avanzan a ralentí. Se encuentran la imposibilidad de convertirse en propietarios ante un contexto de precios que no dejan de elevarse y una precariedad laboral que les impide hacerse con la red de ahorro necesaria para poder acceder a una hipoteca. Pero hay otro camino paralelo que viaja a velocidad de crucero. Porque algunos no solo pueden permitirse disponer de una primera vivienda, sino también de hacerse con una segunda como inversión o para pasar determinadas épocas del año. Y este grupo ha experimentado un importante crecimiento en el último año. Según las cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), 2,9 millones de hogares españoles cuentan con una segunda residencia fuera de su ciudad habitual: «Y la cifra no para de crecer en un contexto donde adquirir una segunda vivienda es una aspiración común para muchos, ya sea como una casa de vacaciones, una residencia para los fines de semana o como una inversión inmobiliaria», explican los expertos de Gibobs.

Según las cifras que manejan, el 6 % de las solicitudes de hipoteca en España han sido destinadas a la compra de una segunda residencia, lo que supone un aumento del 20 % con respecto a los datos que se registraron en el año 2024: «Este aumento en las solicitudes de hipotecas para segundas residencias refleja un cambio en las prioridades de los compradores, quienes buscan diversificar su patrimonio y mejorar su calidad de vida. Además, el contexto económico actual, con tipos de interés cada vez más competitivos, está impulsando a muchas familias a dar el paso hacia la adquisición de una segunda vivienda, ya sea como refugio vacacional o como inversión rentable a largo plazo», asegura Jorge González-Iglesias, consejero delegado de Gibobs.

Perfil del comprador

El perfil de aquellos que se están lanzando a la compra de este tipo de inmuebles guarda ciertas diferencias con el de los que acceden a la propiedad por primera vez. Así, tal y como explican los expertos de esta fintech, el perfil del solicitante tiene una edad media de 44 años, siete años más que quienes adquieren una primera residencia (que se sitúan en una media de 36,8 años). Además, este tipo de hipotecas se suelen afrontar, en más de la mitad de los casos (un 54 %, en concreto), por dos titulares. «Por grupos de edad, el 46 % de los solicitantes de préstamos para adquirir un inmueble de este tipo tiene entre 45 y 65 años y el 40 % tiene entre 35 y 45 años», resumen.

También hay ciertas comunidades que copan la mayor parte de las operaciones. Y en la fórmula, como no podía ser de otra forma, la playa es una de las variables que más peso tiene. Así las comunidades más populares para la adquisición de una vivienda vacacional continúan siendo todas aquellas que cuentan con una jugosa línea de costa. Por ello, más de la mitad de las hipotecas que se solicitan para una segunda residencia (concretamente el 53 %) han ido destinadas este año para la compra de un apartamento o un chalé en la Comunidad Valenciana (que copa el 22 % de las firmas), Andalucía (18 %) o Cataluña (13 %).

Más de 170.000 euros

En cuanto a las casas que se compran, el valor promedio de las propiedades adquiridas para este fin de segunda residencia asciende a 173.178 euros. Esto supone que, ni este segmento ha permanecido ajeno al encarecimiento generalizado del mercado, porque los compradores tienen que pagar ahora un 3,4 % más con respecto a los 167.456 euros que se registraban en el 2024. De este importe, los aspirantes financian de media un 74 % (unos 115.969 euros de media), mientras que en el caso de la residencia principal, ese porcentaje escala hasta el 80 %. Y en cuanto a la tipología del inmueble, la inmensa mayoría (el 90 %) se decantan por la segunda mano, mientras que solo uno de cada diez prefieren solicitar un crédito para acceder a obra nueva: «La adquisición de una segunda residencia ofrece un abanico de ventajas, consolidándose como una inversión estratégica a largo plazo con potencial de revalorización y generación de ingresos mediante el alquiler. Pero, para adquirir una segunda residencia, los futuros propietarios deberán tener en cuenta que los bancos están dispuestos a financiar entre el 60 y el 75 % del valor de tasación de una segunda vivienda. Esto contrasta con el 80 o incluso el 90 % que suelen financiar para la vivienda principal, lo que significa que los compradores deben estar preparados para cubrir una parte mayor del coste de la propiedad con recursos propios, por lo que es importante contar con ahorros para poder hacer frente a dicha inversión», resume el consejero delegado de Gibobs.

El 2025 cerrará con un encarecimiento del 7 %

La fiebre inmobiliaria no tiene visos de encontrar pronta recuperación. Los vaticinios de los expertos apuntan a que, en lo que queda de este año, los precios seguirán sin dar un respiro y cerrarán el 2025 con un importante incremento. Las previsiones que maneja la firma inmobiliaria Solvia apuntan a que aquellos que estén pensando en convertirse en propietarios verán cómo el 2025 terminará con un incremento de los precios de entre el 5 y el 7 %.

«Estamos viendo cómo el mercado inmobiliario vive un momento de gran dinamismo, especialmente, en zonas urbanas y turísticas. Este contexto, enmarcado en una economía relativamente favorable, está reforzando la confianza de promotores, compradores e inversores, pero también plantea tensiones estructurales que no podemos obviar. La disponibilidad de vivienda no acompaña a esta demanda y el incremento de precios se está convirtiendo en una barrera cada vez mayor para algunos colectivos, sobre todo, los jóvenes», explica Juan Ramón Prieto, director de Operaciones de Solvia.

Si la compraventa sigue tensionada, el caso del alquiler es todavía más preocupante. Estiman los expertos de Solvia que este mercado finalizará el 2025 con una subida interanual de los precios que superará el 10 %. Así, entre enero y marzo de este año, el coste medio del arrendamiento se situó en los 13,9 euros por metro cuadrado —lo que supone una cuota a final de mes de unos 1.112 euros por un piso medio de 80 metros—, lo que supone un incremento del 2,2 % con respecto al trimestre anterior y del 11,2 % si se compara en términos interanuales. «Aunque el ritmo de crecimiento trimestral se moderó ligeramente, la presión sigue siendo alta, impulsada por una demanda continua superando con claridad a la oferta disponible, especialmente, en las grandes ciudades. Esto dificulta cada vez más el acceso a viviendas asequibles y está empujando a muchos inquilinos a buscar alternativas en zonas periféricas, donde los precios aún son algo más accesibles», resumen desde Solvia quienes consideran que, si se mantiene esta dinámica tal y como está previsto, es posible que al arranque del 2026 los inquilinos tengan que hacer frente a alquileres un 10 % más costosos que en la actualidad.