Ciencia para mejorar los puertos

MERCADOS

ANGEL MANSO

El grupo Geama de la UDC se dedica a la optimización del diseño de infraestructuras portuarias y costeras y a la elaboración de herramientas basadas en inteligencia artificial para la toma de decisiones logísticas

14 sep 2025 . Actualizado a las 17:06 h.

«Las dos líneas de trabajo fundamentales son de investigación y transferencia directa». Así resume José Sande, profesor de la Universidade da Coruña (UDC) y miembro del Centro de Innovación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñaría Civil (Citeec) la colaboración que, como ingenieros de caminos, en algunas ocasiones cristaliza con las empresas y en otras se dirige fundamentalmente a las instituciones, siempre orientada a la gestión sostenible del entorno costero y portuario.

La primera de esas líneas de trabajo está dirigida a la optimización de estructuras portuarias y de defensa de la costa, o lo que es lo mismo, la posibilidad de testar a escala si se puede mejorar el diseño de un puerto. Una empresa o una institución completan el diseño de un puerto y, gracias a la dársena multidireccional de oleaje, una estructura de 25 metros de ancho, por 30 metros de largo y un metro de alto, los creadores de ese diseño pueden comprobar si funciona correctamente y, como la literatura científica tiene límites, comprobar empíricamente si hay margen de mejora.

En esa dársena, el Grupo de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente (Geama) reproduce a escala la estructura y también el oleaje real. Es decir, reproducen a escala lo que ocurre en la realidad, con lo que es posible saber la resistencia del puerto e incluso mejorarlo.

El contradique del puerto exterior de A Coruña es una de las infraestructuras que se han ensayado en el Citeec. La Autoridad Portuaria comprobó el diseño y el contratista encargado de su construcción también colaboró con el Geama. Han contribuido a la optimización del diseño de varios diques de abrigo de la cuenca mediterránea y para la zona de Canarias, así como puertos internacionales y diques flotantes. Entre las estructuras más sorprendentes está el observatorio marino Peiraos do Solpor, en Bouzas (Vigo).

El grupo es capaz de medir si la estructura es capaz de resistir las condiciones de oleaje límite que se plantean, pero también va más allá, al calcular cuál es el límite real del puerto. «Imagina que el límite es muy grande, pues se puede probar quitándole peso a los bloques, que es un modo de optimizar el diseño porque supone un ahorro de costes», explica Sande.

La otra línea de transferencia en la que trabaja Geama es el desarrollo de sistemas avanzados de apoyo a la gestión y toma de decisiones en la operatividad portuaria, integrando modelos de inteligencia artificial y datos de monitorización océano-meteorológica para optimizar procesos logísticos.

«Si un puerto quiere optimizar sus operaciones, quiere reforzar su seguridad o tiene un área que necesita mejorar, nosotros diseñamos una herramienta que le permita predecir con suficiente antelación el comportamiento de algo y así tomar decisiones en base a algo tangible», explica el investigador Andrés Figuero.

Lo hacen con monitorización in situ a través de equipos desarrollados ad hoc para conocer los agentes océano-meteorológicos que influyen en procesos logísticos, como puede ser el atraque de un buque. Los datos se integran en modelos de inteligencia artificial y la autoridad portuaria puede disponer con 72 horas de antelación al atraque una predicción de los movimientos del barco. «Ese operador puede tomar la decisión de realizar la operación en la mejor ventana operativa».

El sistema es válido para monitorizar distintos fenómenos que pueden afectar a un puerto. Un ejemplo es el del rebase. Se pueden extraer datos y entrenar un modelo que prediga cuándo va a ocurrir para, por ejemplo, restringir el acceso en el caso de que sea necesario.

El grupo de investigación tienen en este momento proyectos con las autoridades portuarias de Ferrol y A Coruña. En esta última la colaboración se ha extendido durante los últimos ocho años con el desarrollo de diversos sistemas de ayuda a la toma de decisiones para la gestión del puerto.

José Sande: «La colaboración con el ámbito empresarial nos nutre a nosotros» 

Tanto José Sande como Andrés Figuero ven una gran oportunidad en la colaboración con el tejido productivo desde la universidad. «Nos nutre a nosotros», subraya Sande, ya que el hecho de poder ver un dique construido a escala «te ayuda a comprender problemas constructivos, si los diseños tienen sentido y conocer la magnitud y el problema. Muchas veces estás encerrado con el ordenador y el problema real se te olvida, es muy ajeno», admite.

Figuero ve la colaboración con empresas o instituciones muy motivadora, «porque cada empresa o institución pública te propone un reto y siempre te está llevando al límite», dice con una sonrisa. Se trata de conseguir lo máximo con los mínimos medios posibles «y está chulo enfrentarse a esos retos que te proponen». Figuero también subraya que se trata siempre de cuestiones novedosas y que la universidad tiene en ese caso una ventaja, que es la de poder dedicar tiempo y esfuerzo sin que el lucro o la facturación tengan tanto peso.

«Cuando contratas un problema en la universidad, contratas cerebros y horas de gente que van a buscar el fondo del problema, van a la raíz», dice Sande, que añade además como ventaja «que el hecho de venir a probar un diseño en el laboratorio a la sociedad le repercute en dinero a la sociedad» porque puede suponer ahorros de costes.