Peugeot e-208, un felino que no ruge ni contamina

Por Javier Armesto

MOTOR ON

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Es uno de los pocos eléctricos que hay por debajo de los 40.000 euros que superan los 4 metros de longitud. Tiene un motor suficientemente ágil y muy eficiente, además de un diseño atractivo.

12 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La segunda generación del Peugeot 208 mantiene intacto su atractivo cuatro años después de su lanzamiento en el 2019. Los colmillos led delanteros, los pilotos traseros simulando las garras de un felino, la gran parrilla con lamas del color de la carrocería y los pasos de rueda, el alerón, los marcos de las ventanillas y los retrovisores en negro configuran una imagen agresiva. En el tercer pilar, una «e» azulada nos recuerda que estamos ante un modelo cien por cien eléctrico.

El puesto de conducción presenta el ya clásico volante octogonal situado por debajo del cuadro de instrumentos, que sorprende con su efecto tridimensional, gracias a una lámina de plástico superpuesta a la pantalla digital y sobre la que se proyectan diversas indicaciones. Sobre el salpicadero, una pantalla táctil de 10 pulgadas, orientada hacia el piloto, sirve para manejar la climatización, el navegador y el sistema multimedia, compatible con Android Auto y Apple Car Play. De nuevo nos ha llamado la atención el ingenioso sistema que permite utilizar la tapa de la bandeja de carga inalámbrica como soporte para el móvil.

El espacio es el normal en un coche de 4 metros justos, pero con cinco puertas que hacen más fácil entrar y salir de las plazas traseras. La batería de iones de litio ocupa todo el piso del habitáculo, así que no resta espacio al maletero, que tiene 265 litros y se puede ampliar abatiendo los asientos traseros.

Con una batería de 46 kWh de capacidad útil y una potencia equivalente a 136 CV, este e-208 acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y ofrece una autonomía máxima oficial (en condiciones de homologación) de 360 kilómetros. En el día a día nos moveremos en una horquilla entre 250 y 300 kilómetros, dependiendo de si nuestros recorridos son por carretera o eminentemente urbanos.

Tenemos a nuestra disposición algunos sistemas para maximizar la eficiencia, como un modo ECO que reduce el rendimiento del motor y del sistema de climatización, que es por bomba de calor en vez de las tradicionales resistencias. Además, la frenada regenerativa ofrece dos niveles, el estándar (muy suave) y otro más potente que se activa con un simple toque a la palanca selectora del modo de marcha. En nuestra pruebas conseguimos un consumo medio por debajo de los 15 kWh a los 100 kilómetros, y ello a pesar de circular fuera de ciudad y utilizando el modo Sport en los adelantamientos.

El coche pesa 1.530 kilos, casi 300 más que su equivalente con motor de combustión, pero muy por debajo de la mayoría de los eléctricos que hay hoy en el mercado. Esto se traduce en un comportamiento aplomado y estable en curva, y la suspensión ayuda a sujetar la carrocería sin balanceos.

La potencia máxima de recarga es de 100 kW en corriente continua, mientras que en alterna se queda en 11 kW. En un enchufe doméstico (3,7 kW) tardaremos unas 17 horas en recuperar toda la autonomía, mientras que en un wallbox a 7,4 kW reduciremos este tiempo a 8 horas y en uno a 11 kW a 5 horas y media. Si vamos de viaje y podemos cargar a la máxima potencia, la batería pasará del 0 al 80 % en solo 30 minutos.

El acabado GT es el más alto de la gama e incluye llantas de 17 pulgadas, acceso sin llave y bloqueo manos libres (basta con alejarse del vehículo), faros full led, alerta de cambio involuntario de carril y sensores de párking con cámara de visión trasera. Nuestra unidad de prueba llevaba el techo panorámico de cristal con cortinilla, una opción que aporta mucha luminosidad al interior y que cuesta 1.000 euros.

El Peugeot e-208 está disponible desde 33.800 euros en esta versión de 136 CV, que próximamente será sustituida por otra que ofrece 20 caballos más y una batería con mayor capacidad, con lo que mejoran sus prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos y la autonomía roza los 400 kilómetros. Costará 37.000 euros. En ambos casos, la velocidad máxima es de 150 km/h.