Un Kona más familiar

MOTOR ON

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La primera generación del Kona llamó la atención por su nombre y su diseño. La segunda ha crecido en tamaño y ahora tiene más espacio para los pasajeros y un maletero con mayor capacidad. La versión híbrida es muy equilibrada, tecnológica y parca en consumos.

16 sep 2023 . Actualizado a las 21:53 h.

Lanzado en el 2017 y actualizado en el 2021, este año ha llegado la segunda generación del Hyundai Kona. Crece en todas sus cotas, especialmente en longitud, pasando de 4,21 a 4,38 metros, pero también en anchura y altura. El resultado es un coche más amplio por dentro, que ahora puede acomodar perfectamente a una familia aunque los hijos ya sean adolescentes y necesiten más espacio para las piernas. La distancia al techo es notable, por lo que las personas más altas viajarán muy desahogadas. Por otra parte, el Kona es un SUV auténtico, es decir, no es un adaptación de un modelo ya existente al que se le ha dado un aspecto más campero. La carrocería se separa 17 centímetros del suelo y se nota porque es más cómodo a la hora de montarnos en él.

Exteriormente, el nuevo diseño sigue la línea de su hermano mayor, el Tucson, con pasos de rueda cuadrados y pliegues diagonales en los laterales que rompen la uniformidad. Los grupos ópticos (faros y pilotos) siguen estando en una posición baja, y las luces de día led son ahora sendas tiras que van de lado a lado en el capó y el portón trasero. Un detalle elegante es cómo la línea inferior de las ventanillas se eleva al llegar al tercer pilar hasta fusionarse con el alerón que remata el techo.

El salpicadero ha sufrido también una gran transformación. En sintonía con las tendencias más modernas, el cuadro de instrumentos y la pantalla multifunción son dos paneles digitales situados sobre una misma superficie panorámica alargada. El cambio de marchas va integrado en la columna de dirección, lo que permite despejar la consola central, y en general el diseño es muy limpio y ordenado. El acabado N Line incluye además algunos guiños de diseño a las versiones deportivas de Hyundai, como unas molduras pintadas de rojo o las alfombrillas y el volante con el logo grabado. En cuanto al maletero, ahora cubica 466 litros, casi cien más que antes, lo que permite llevar mucho más equipaje cuando vamos de viaje.

El Kona híbrido combina un motor de gasolina atmosférico, de cuatro cilindros y 105 CV, y otro eléctrico que rinde el equivalente a 44 caballos. La potencia total son 141 CV y el peso ha aumentado muy poco (unos 50 kilos) respecto al modelo anterior —mucho más pequeño—, consiguiendo además reducir el consumo medio combinado hasta 4,7 litros a los 100 kilómetros. El nivel de regeneración de la batería cuando dejamos de acelerar se puede regular mediante unas levas en el volante, pero por defecto siempre se frena un poco al levantar el pie del pedal.

Es un coche que rueda suave y silencioso, especialmente en ciudad, donde puede aprovechar para circular en modo cien por cien eléctrico en determinadas circunstancias. En carretera, si pisamos a fondo el acelerador notaremos cómo se revoluciona un poco y es que al no tener turbo necesita elevar el régimen de giro del motor para aumentar las prestaciones. Hay tres modos de conducción, Eco, Sport y Nieve, y la suspensión es suficientemente amable: no es un coche diseñado para conseguir un paso rápido por curva.

El control de velocidad de crucero adaptativo con mantenimiento de carril funciona de forma muy eficiente y precisa, reconociendo muy bien los límites de la carretera y realizando micro correcciones para mantener el vehículo en la trazada correcta. Entre los sistemas de ayuda a la conducción destacan el reconocimiento de señales de tráfico con asistente de velocidad inteligente y el detector de aención del conductor; ambos emiten una señal acústica de aviso que se puede desconectar, pero se reinicia cada vez que arrancamos el coche.

Los precios del Hyundai Kona híbrido parten de 32.000 euros, 2.000 más en el caso del acabado N Line.

El sistema de mantenimiento de carril es muy preciso y eficiente