La Xunta daba luz verde a su primera Lei de Rehabilitación, una normativa con la que la adminsitración gallega pretende apuntalar uno de sus mantras urbanísticos de esta legislatura, que consiste en minimizar la huella de nuevas construcciones residenciales para darle prioridad a la recuperación de espacios y construcciones en los entornos urbanos y rurales. De esta forma, la nueva normativa facilitará los procesos de intervención en los cascos históricos y eliminará burocracia para aquellas propiedades que se encuentren en el ámbito del Camino de Santiago, salvo aquellos que sean bienes de interés cultural. En definitiva, las casas ruinosas se podrán expropiar por la mitad de su valor catastral. Hablamos con tres expertos sobre este tema.
Regeneración contra el abandono
Carlos Seoane
CCS Abogados
El sistema pivota sobre la imposición a los propietarios de una serie de deberes relativos a a edificación, conservación y rehabilitación. Su incumplimiento permite a la Administración usar una serie de poderosas y exorbitantes técnicas administrativas para garantizar que se haga, como la sustitución forzosa, la venta forzosa y la expropiación.
Gestionar la ciudad construida
Elvira Carregado Pazos
Arquitecta. Vocal de Urbanismo del Colexio de Arquitectos de Galicia
Actuar sobre la ciudad construida o sobre los núcleos rurales tradicionales frente a la ya obsoleta posibilidad de transformar suelo virgen, hace necesario poner en marcha instrumentos para lograrlo. La intervención precisa de mecanismos de gestión.
A rehabilitación é básica, pero con liñas de subvencións
Alfredo García
Presidente da Fegamp
O que está claro é que impulsar a rehabilitación é básico: os cascos históricos deben ser o centro neurálxico das cidades e vilas galegas. Mais, se queremos que esa rehabilitación sexa feita pola cidadanía de forma masiva, a Administración autonómica debe habilitar as liñas de subvencións necesarias para que iso ocorra.