Greta, la nueva Rosalía

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MI MUNDO ES OTRO

OPINIÓN

CHRISTIAN MONTERROSA

04 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Greta no canta, pero llora y grita al mundo que le han robado la infancia, nos azuza las conciencias con solo 16 años con aires de sabionda y de niña repelente. Greta se ha convertido en una celebrity más que genera tantos haters como likes, como un fenómeno que se empieza a parecer a Rosalía, en el que ya no sabes en verdad si lo que suena es profundo cante jondo o si solo aflora el barniz cegador del márketing. Porque lo que proyecta su imagen es tan confuso que nos aturde. Greta es sueca, tiene síndrome de Asperger, trastorno obsesivo-compulsivo, una madre cantante de ópera (que por cierto fue a Eurovisión), un padre actor y un abuelo director. Y eso da mucho frío. Un día en la vida de Greta da para tantos titulares que es imposible seguir su mensaje sin caer en el tópico del rechazo. Por eso la mayoría solo hemos querido asomarnos a la frivolidad del espectáculo de una cría rarita que nos tira de las orejas. Solo vemos a una malcriada con pasta que quiere darnos una lección posando con Leonardo DiCaprio, en una foto cool de activistas de pega. A una vegana caprichosa que nos quiere revolver el cubo de la basura, pero que vive con todas las comodidades. Que hace huelga de hambre porque arde su bosque; a una activista de Instagram con mucha pose. 

Sin embargo, el futuro es de la generación de Greta, y a ella, con todas sus cursiladas, le vamos a deber el favor de habernos puesto contra las cuerdas de nuestra ignorancia y de avanzar, aunque sea por su fogonazo de niñita rara, en el cuidado de nuestro planeta. El mundo, después de Greta, será mucho mejor.