Volvemos tontos a los niños
Hoy, paseando por Riego de Agua, me encuentro un tumulto de juventud y padres; observo, y qué alegría, una quedada para cambiar cromos, qué recuerdos de cuando yo lo hacía en el cole, en el barrio, qué emoción. Poco dura: cuando me quedo a verlo, con incredulidad observo cómo son los padres los que se dedican a cambiar los cromos y los niños a mirar. Dejarlos disfrutar, que negocien, que se preocupen por sus pequeños tesoros, por te cambio 1 por 5, es el que me falta, así completo equipo... Qué tristeza, la juventud es para vivirla, no para verla. Rafa Fontal. A Coruña.
Atención oncológica en el Sergas
El motivo de esta carta es poner de manifiesto el más absoluto desamparo en el que se encuentran desde hace al menos un año (es la fecha en la que lo vivo directamente) los enfermos oncológicos, con el retraso primero de consultas, luego de las pruebas, después del informe de dichas pruebas (centros privados y concertados para ellas), lo cual va condicionando el tratamiento y, al final, el resultado del mismo. No debería utilizarse nunca centros concertados para el seguimiento de estos pacientes, ya que pospone y dificulta muchísimo todo el seguimiento.
Me gustaría que esto llegara a los gerentes y jefes de servicio de los departamentos implicados, para que exijan la máxima celeridad en las pruebas. No puede ser que se tarde más de 20 días en informar de un TAC o una resonancia). Con esto se conseguiría que el esfuerzo del resto del personal se viera recompensado, y el paciente mucho más apoyado en momentos tan duros. María Francisca Suárez Vázquez. Ourense.
Más cartas al director
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