El Oppo Find N5, presentado en febrero de este año en el Mobile World Congress de Barcelona, marca un hito en la evolución de los teléfonos plegables: es el smartphone con formato libro más delgado del mundo, con un grosor de apenas 4,21 milímetros desplegado y 8,93 cerrado, lo cual, junto a un peso de solo 229 gramos, hace que la primera impresión al tenerlo en las manos sea de asombro. Si Apple, como se rumorea, planea lanzar un iPhone de estas características en el 2026 haría bien en tomar nota de la propuesta de Oppo.
La compañía china ha apostado por un chasis superligero, con marco de aluminio, bisagra en aleación de titanio — resiste 100.000 pliegues— y superficie de fibra de carbono, todo para reducir peso manteniendo rigidez estructural. Hay comparativas fotográficas que muestran el Find N5, cuando está abierto, tan delgado como monedas o tarjetas de identificación, e incluso es menos grueso que un puerto USB-C. El teléfono soporta chorros de agua caliente a presión e inmersión hasta 1,5 metros durante media hora.
La pantalla principal OLED LTPO (óxido policristalino de baja temperatura, permite ajustar dinámicamente la frecuencia de actualización, mejorando el rendimiento energético sin sacrificar la calidad visual) tiene 8,12 pulgadas. Cuando está cerrado podemos operar mediante la pantalla externa de 6,62 pulgadas. Ambos paneles incorporan compatibilidad con HDR10+, Dolby Vision y soporte para lápiz óptico.
Otro punto destacado es que el Find N5 es el primer plegable de Oppo que monta el procesador Qualcomm Snapdragon 8 Elite, fabricado con proceso de 3 nanómetros. Obviamente, este tipo de smartphones tienen mayores requerimientos de energía, y para ello equipa una batería de 5.600 mAh con tecnología silicio carbono, que mejora notablemente la densidad y eficiencia. Para redondear el conjunto, las ópticas del sistema de cámaras están calibradas por el especialista sueco Hasselblad y permiten grabar en 4K, incluida la frontal.
Lanzado en China por alrededor de 1.200 euros, por estrategias de Oppo y su matriz BBK, que aglutina también las marcas vivo, OnePlus y Realme, se decidió no ponerlo a la venta en Europa, que se queda así sin uno de los teléfonos del año.