Daneses, educados; españoles, faltones

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

21 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Menudo topicazo. Detrás de la afirmación de la estrella del tenis que perdió el partido clave para su país en la Copa Davis solo hay la rabieta de un mal perdedor. Hablo de Holger Rune. El jugador dijo que «hay diferencias de educación entre daneses y españoles». Está claro que no se vio jugar. Ni se puso el partido repetido en el que cayó ante un desconocido Pedro Martínez. Fruto de su impotencia ante el español, el maleducado fue el danés, que perdió los papeles. Lanzó la pelota dos veces fuera de la pista a propósito. Le propinó un pelotazo a su rival. Se mofó de un público que apretó animando a España, pero con la intensidad habitual que se vive en una eliminatoria entre selecciones de Copa Davis. Recuerden aquel título que ganamos en Argentina a domicilio, en un infierno canchero y sin quejarnos. Lo que me interesa es el resumen que Holger Rune hizo de su derrota. Cayó en ese tópico de los daneses corteses, educados y ¿superiores? Y juzgó a los españoles como lo peor, carentes de comportamiento, burdos y dados al silbido, tal vez ¿inferiores?

Menos mal que era un partido de Copa Davis. Es cierto que los jueces del tenis tratan de que los puntos se celebren en silencio, como si los jugadores estuvieran en misa o en trance. En trance están. El tenis es un deporte individual y por lo tanto durísimo. No hay equipo en el que refugiarse, más allá de tus compañeros de banquillo o tu entrenador. La mente influye tanto en tu tenis que necesitas la paz que solo aporta el silencio. El español Pedro Martínez se vino arriba arropado, como era lógico, por el público de Marbella y logró el punto clave para una remontada que nos ha llevado a la final a ocho. Lo que Rune no asimiló es como una estrella del tenis no pudo con un rival menor. Y la tomó con todo un país.

¡Ojo! Detrás de su afirmación que pisa la mina del insulto hay un tópico que conviene desmontar. El norte educado, que cumple con los impuestos, que madruga. El norte protestante que trabaja disciplinado. Rune cree que Dinamarca es así. Y piensa que España forma parte del sur. De esos países desastrosos. Vagos. Resucitó sin querer con sus reproches el acrónimo infausto. Los «pigs», los cerdos. Las letras en inglés de Portugal, Italia, Grecia y España. Hace mucho que nada de eso es así. En redes las palabras de Rune han recibido más reveses que su tenis de indudable calidad. España crece, donde Francia tiene una prima de riesgo que hace sudar a toda Europa. La ultra derecha sube en los países nórdicos, en Alemania, en Inglaterra. Es verdad que aquí tenemos a Vox. En Italia está Meloni, pero hace tiempo que esa división norte y sur, educación/falta de educación, es absurda. Hay gente exquisita en todas partes, también en Dinamarca, a pesar de Rune. El danés se merece una revancha con Alcaraz para que la velocidad de bola de nuestro muchacho lo ponga en su sitio, junto a la sirenita, mirando al mar para encontrar la serenidad en las olas. Nada calma más un disgusto que mirar hacia el horizonte.