El abogado relata la historia de Galicia a través de la filatelia y de más de un centenar de gallegos de renombre
26 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.No es un libro de filatelia y tampoco lo es de historia. Aunque estos dos argumentos están presentes en la obra. Galicia en anaquiños de papel es un trabajo cocinado a fuego lento, con materias primas de primer nivel y en las manos de un cocinero con tiempo. Arturo Rodríguez Vispo inició una aventura hace quince años que será presentada el día 8 en el Liceo de Ourense por Iago Seara y el día 12 en Allariz por el alcalde Francisco García. El libro recoge textos inéditos -siempre con un sello de fondo- de personalidades como Camilo José Cela, José María Carrascal, Roberto Verino, Julia Otero, Lauro Olmo, Amancio Prada, Xaime Quessada, Manuel Fraga o Fernando Romay, entre otros muchos.
-¿Qué es «Galicia en Anaquiños de papel»?
-Puede parecer un libro de filatelia pero no lo es. Los sellos son la correa de transmisión de las historias que se cuentan. Mi hija es filatélica pero yo no soy un experto en filatelia. Se me ocurrió hace 14 años reunir en unos álbumes todos los sellos con temática gallega. Primero hice una ficha técnica de cada uno. Después se me ocurrió 'por qué no comenta cada sello una personalidad gallega' que tuviera una cierta relación con ellos.
-Pónganos algún ejemplo de esta relación.
-En la portada del libro aparece un sello de Rosalía de Castro. Pues se me ocurrió que sería bueno que lo comentara Amancio Prada. Me dijo que no sabía escribir sobre Rosalía de Castro, que sabía cantarla. Y me mandó la partitura de Campanas de Bastavales . Para Moncho Borrajo pensé en un sello diseñado por Castelao (que nunca se llegaron a emitir). En lugar de un comentario me envió una caricatura de Castelao con su persona. Después hay textos en prosa y verso. El libro cuenta con hasta cerca de cien colaboradores de una gran talla. Gente como Torrente Ballester, Méndez Ferrín o Elena Ochoa. Tengo múltiples anécdotas. Me sorprendió la facilidad que tuve para acercarse a esta gente.
-Un trabajo largo y pausado, ¿cuándo decide que hay que publicarlo?
-Este libro nunca está cerrado. Hubo un momento en que Iago Seara, que en ese momento estaba en el Consello da Cultura Galega, me comentó la posibilidad de publicarlo, aunque no era mi objetivo. Hasta entonces era un divertimento. Se planteó en el Consello. Esperé unos cuatro años sin saber nada del proyecto. Aquí llega mi única decepción en la consecución de este libro. Hace tres años nombran a Ramón Villares nuevo director y me sigo interesando. No quiso ni recibirme. No tuvo ni la educación ni la cortesía de dirigirse a mí para darme una explicación. Se limitó a decir, a través de su secretario, que no se iba a publicar.
-Al final ha visto la luz.
-Lo dejé correr e inmediatamente a través de Moncho Conde Corbal presenté el proyecto ante el Consello Social de la Universidad y Emilio Atrio Abad lo recibió «a bombo y platillo».