
En el 2015 se oficiaron un total de 767 bodas, trescientas menos que hace diez años
30 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.No hace falta echar mano de números y estadísticas para saber que los ourensanos -y los españoles, en general- se casan menos. En diez años las cifras han caído en picado y no solo eso, sino que ha habido un cambio de tendencia en cuanto a la fórmula utilizada. El año pasado se oficiaron en Ourense un total de 767 bodas, mientras que en el 2005 la cifra fue de 1.119, cerca de 350 menos. Si hace diez años la mayor parte de los ourensanos elegía el rito católico para unirse en matrimonio, hoy en día son muchos más los que lo hacen por lo civil, tanto en los Concellos como en los juzgados. El año pasado eligieron la primera opción 211 parejas y, la segunda, 510. Además, cinco lo hicieron a través de otros ritos religiosos y la fórmula de 21 no consta en las estadísticas.
Agosto sigue siendo el mes mayoritariamente elegido por la parejas ourensanas, seguido de julio y septiembre, mientras que las bodas en enero son todavía residuales. Un total de 754 matrimonios fueron entre personas de distinto sexo, ocho entre hombres y cinco entre mujeres y la edad media de los contrayentes fue de 35 años. Como el matrimonio entre personas del mismo sexo fue legal en España el 3 de julio de 2005, no constan hasta el 2006 datos en Ourense. En ese año se casaron cuatro parejas. Esta cifra fue aumentando en años posteriores aunque en la actualidad está a la baja en la provincia.
«Antes elegías el traje y el restaurante, ahora se da importancia a los detalles»
Víctor Vieira y Ana Longo, junto a su hija Olivia, buscaban ayer en la feria Celebra, que tiene lugar en Expourense, algunos detalles para la boda que celebrarán el próximo 10 de junio en el Pazo de Bentraces. «Tenemos casi todo preparado, pero estamos buscando lo que es la animación y el decorado. El resto lo tenemos claro, pero esto todavía lo tenemos que ver», explica Víctor. Sobre la complicación de organizar una boda, ambos afirman: «Hasta que no lo vives, no lo sabes». Y es que una de las cosas que Víctor y Ana quieren hacer es sorprender a los invitados. «Tienes que pensar en muchos detalles. Si quieres que disfruten. Somos muy minuciosos y miramos cada cosa. Antes casi solo era elegir el traje y buscar el restaurante. Ahora se da más importancia a los detalles», subrayan. Ana Longo explica que además de tener en cuenta el precio es importante saber qué estilo se quiere, algo concreto. «A nosotros nos gusta, por ejemplo, el estilo americano y estamos buscando algo de eso», afirma.
Indican que aunque escuchan las recomendaciones, al final eligen lo que a ellos más les gusta. Aproximadamente, dicen, gastarán en la celebración de la boda alrededor de 20.000 euros, aunque creen que siempre puedes salirte del presupuesto. «Si te dejas llevar por lo que te gusta, seguro que te pasas de dinero, pero procuramos ir ajustando. Hemos ido haciendo cálculos de todas las cosas que queremos y pensamos que esa será la cifra», explica Ana. Ella ya tiene el vestido de novia reservado, pero Víctor todavía esperará unos meses. Tendrán alrededor de cien invitados. «Lo notas en el bolsillo y se resiente, pero al fin y al cabo es un día muy especial para los dos, que recordaremos siempre».