«Me encanta el Camino de Invierno, pero necesita mejorar»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

OURENSE

Francesc Paz, de la agencia Viatges Maresme
Francesc Paz, de la agencia Viatges Maresme CEDIDA

16 sep 2020 . Actualizado a las 10:45 h.

Francesc Paz es uno de los responsables de la agencia Viatges Maresme, especializada en el turismo de grupos y en marcha nórdica. Hace tres años esta agencia de viajes con sede en la localidad catalana de Blanes empezó a organizar recorridos por el Camino de Santiago. Y este verano se estrenaron en el Camino de Invierno. La experiencia ha sido agridulce. «El Camino de Invierno tiene muchísimas posibilidades, pero hay cosas que necesitan mejorar», dice Francesc Paz.

-¿Por qué decidieron organizar grupos para recorrer el Camino de Invierno»?

-Lo conocimos en Ponferrada cuando preparábamos una ruta por el Camino Francés. Vimos que era nuevo, nos interesó y el año pasado ya lo hicimos mi hija y yo. Cuando elaboramos un producto para nuestros clientes siempre vamos antes a verlo nosotros mismos.

-¿Y que les pareció?

-Nos encantó. No es el Camino Francés, tiene otras motivaciones. Este es un camino más natural, permite disfrutar de unos paisajes preciosos. No hay tanta «piedra», pero hay más paisaje. En eso no admite comparación. Cada rincón es completamente diferente al anterior.

-¿Vieron carencias?

-Sí. Se nota enseguida que no hay mucha oferta de alojamiento y que buena parte de la que hay no de es de buena calidad. Sabemos que el peregrino típico busca alojamiento barato, pero no hay que cerrarse a ningún turismo. Nuestros clientes, por ejemplo, demandan otro tipo de instalaciones. Y salvo algunas excepciones, las que hay en el Camino de Invierno no son para echar cohetes.

-El problema entonces es la falta de calidad de muchos alojamientos.

-Y de falta de servicios adaptados a los peregrinos. Un peregrino necesita antes de nada descansar, dormir bien. Y en algunos sitios, las posibilidades de descanso son pobres. Si el peregrino no descansa de noche porque la cama es un desastre, al día siguiente tiene que hacer igual treinta kilómetros andando. En el Camino de Invierno me he encontrado solo alojamientos para salir del paso, salvo en algunos hoteles en Vilamartín de Valdeorras, Monforte, Rodeiro y Lalín.

-Es que el Camino de Invierno todavía no mueve muchos viajeros.

-Es cierto que si pasa poca gente eso puede no dar para hacer muchas reformas, pero yo me refiero también a otras cosas. No puedes tener los desayunos a partir de las ocho de la mañana, porque los peregrinos empiezan a caminar antes. En el Camino de Invierno, en muchos casos son los peregrinos los que se tienen que adaptar al alojamiento, porque el alojamiento no se adapta a ellos. Cuando haces el Camino, los horarios son muy importantes. Es fundamental que el peregrino pueda desayunar y cenar pronto.

-¿Han visto carencias así en otros Caminos a Santiago?

-No. También hemos hecho el francés y el primitivo, y en ninguno de esos pasan cosas así. Me gustaría que nadie viese esto como una crítica destructiva, porque no pretende serlo. Si lo cuento es para ayudar a mejorar. El Camino de Invierno es muy recomendable y tiene muchas posibilidades, pero en lo que respecta a la hostelería necesita mejorar. Localidades como Monforte le pueden sacar mucho partido. A mí me encantaría que Monforte se promocionase, como hace Sarria en el Camino Francés, como punto de partida para hacer esta ruta, porque esta a un poco más de cien kilómetros de Santiago, el recorrido mínimo para que un peregrino pueda conseguir la Compostela.

-¿Tras esta experiencia, seguirán organizando recorridos por el Camino de Invierno?

-Seguro que sí. Este verano teníamos dos grupos para hacer el Camino de Invierno, pero uno de ellos se suspendió porque cuando empezaron los rebrotes los clientes empezaron a cancelar reservas.