Las confederaciones hidrográficas Miño-Sil y Duero han impuesto casi 300 multas a concellos de la provincia desde el año 2016
17 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La amenaza real de multas que pueden llegar a ser millonarias no impide que se sigan cometiendo infracciones que ponen en peligro a los ríos de la provincia. Así lo ponen de manifiesto los datos del número de sanciones que ha impuesto la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) desde el año 2016 a diversos ayuntamientos. Han sido 276 expedientes sancionadores y algunos concellos son especialmente reincidentes.
Es el caso de San Cibrao das Viñas. Muy recientemente la asociación ecologista Amigos da Terra anunciaba una propuesta de sanción de 1,2 millones de euros de la CHMS contra ese Ayuntamiento por vertidos continuados al río Barbaña. Sería la multa más alta que se ha impuesto a ese Concello y se debe 18 episodios contaminantes registrados desde junio del año 2018 hasta enero del 2020.
El expediente, que aún no está concluido, se une a los 24 que la Confederación Hidrográfica sí ha resuelto ya en relación al Concello de San Cibrao das Viñas desde el año 2016. Las sanciones suelen ser altas en comparación con las de otros ayuntamientos, aunque en ningún caso alcanzan el millón de euros propuesto recientemente. En septiembre del año 2019, por ejemplo, se le impuso una multa de 300.506,05 euros y, más recientemente, en julio del 2020, otra de 119.809,99 euros.
El listado de los expedientes sancionadores incoados en los últimos seis años por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil se ha hecho público a raíz de una pregunta parlamentaria presentada por los diputados ourensanos del PP, Ana Belén Vázquez y Celso Delgado. La respuesta ocupa catorce páginas en las que se detallan una a una las sanciones impuestas en ese período y cabe destacar que la actividad de la entidad en este ámbito fue incrementándose progresivamente desde las 39 multas del año 2016. En el 2017 fueron 59, al año siguiente 60 y en el 2019, 62.
El parón general de la actividad económica y de la Administración por culpa de la pandemia también frenó las infracciones detectadas por la Hidrográfica, que se quedaron en 40 en el 2020. En lo que va del año actual -con datos recogidos hasta el mes de mayo- se resolvieron 16 expedientes. Los más recientes afectan a los ayuntamientos de Allariz, San Cibrao das Viñas, Beade, Vilar de Barrio, Entrimo, A Bola, Baltar, O Bolo, Ribadavia, Baños de Molgas o Ourense. El Ayuntamiento de la capital ourensana es uno de los que aparecen con mayor frecuencia en el listado. Desde el año 2016 se le han impuesto veinte multas. La de más cuantía, de 50.000 euros, se resolvió en octubre del año 2019. La más reciente, del pasado mes de abril, fue de 2.980,80 euros.
En la cuenca del Támega
El análisis de las infracciones de los ayuntamientos ourensanos en esta materia no estaría completo sin la cuenca del Támega, que no depende de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, sino de la del Duero. Los diputados ourensanos del PP también preguntaron por la actividad sancionadora de esa entidad y los ayuntamientos de la zona no se escapan de su vigilancia. Desde el año 2016 hasta ahora se han resuelto veinte expedientes sancionadores. Destaca claramente el de Verín, con doce. El resto de las multas se las reparten los concellos de Monterrei (3), Oímbra (2), Cualedro, Riós y Laza. La sanción de mayor cuantía en la cuenca del Támega, resuelta el pasado mes de abril, fue para el Ayuntamiento verinense (7.840,98 euros), que volvió a ser sancionado menos de un mes después con otros 3.000 euros.
Depuración y cooperación entre Administraciones ante la degradación del Barbaña
El Concello de San Cibrao das Viñas figura como uno de los más reincidentes en el listado de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Su presidente, José Antonio Quiroga, reconoce que se debe a la actividad empresarial de los polígonos de la zona, «pero tamén a unha desidia interesada por parte do Concello». Según dijo, «a responsabilidade do control é da Administración local e, en consecuencia, as sancións recaen no Concello». Sea como sea, la situación está provocando una degradación en el río Barbaña que lleva años sin resolverse. Para tratar de lograrlo, la Hidrográfica tramita desde el 2018 un macroproyecto de 29,7 millones. Sin embargo, aún se desconocen los plazos para su ejecución, no hay partida en los presupuestos presentados para el 2022 y este retraso provoca inquietud en los municipios afectados.
Así lo han manifestado los alcaldes de San Cibrao y de O Pereiro de Aguiar, Manuel Pedro Fernández y Luis Menor, que también han acordado crear un consorcio junto a la Diputación para la gestión de la depuración de aguas. Hay que tener en cuenta, en este sentido, que la EDAR de San Cibrao da servicio también a los asentamientos industriales de O Pereiro. La Diputación colaborará aportando su experiencia en gestión del ciclo del agua y la Xunta también ha dado su apoyo al proyecto.