Algunos vecinos se encargan de limpiar las pozas, que llevan sin estar acondicionadas desde la pandemia
09 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La concejala de Turismo y Termalismo del Concello de Ourense, la popular Flora Moure, confía en dar «buenas noticias» la próxima semana sobre la reapertura de las termas públicas, cerradas desde que estalló la pandemia y ahora pendientes de su adaptación a la ley autonómica que regula este tipo de espacios. Moure habla de una puesta en marcha «provisional y parcial» porque se limitará a las pozas de Outariz y Burga de Canedo. Las obras ya han terminado allí y el gobierno municipal quiere comprobar si, tras su ejecución, se cumplen los parámetros requeridos por la nueva legislación. Si es así, los trabajos continuarán en el resto de espacios termales. En A Chavasqueira, por ejemplo, los trámites van más lentos, porque la recuperación de las pozas va en el mismo paquete, en lo que se refiere a permisos, que la rehabilitación de la concesión privada, que ardió en el 2019. Pese a todo, decenas de personas utilizan cada día las pozas, a pesar de que están cerradas al público.
La zona termal ha recuperado en los últimos meses la afluencia de gente. Personas que acuden, como hacían antes de la pandemia, tanto para disfrutar del agua de las pozas como para tomar el sol. El calor en las horas centrales del día y la ausencia de lluvia es lo que lleva a estos ourensanos a disfrutar de este espacio. «Algunos llevábamos años viniendo cada día hasta que empezó el estado de alarma y la verdad es que necesitábamos recuperar esta rutina», dice uno de los usuarios. Viendo que las obras y la consiguiente reactivación de las pozas iba para largo, un grupo de habituales decidió tirar de rastrillo y escoba y limpiar las instalaciones. Lo hacen por las mañanas en días alternos, «cuando vemos que hace falta», comentan. Empezaron hace dos meses y han conseguido que la piedra esté limpia de nuevo. De esta forma pueden meterse en las pozas, que tienen agua termal. Además disfrutan del espacio empedrado que las rodea: allí se sientan a diario a tomar el sol.
«Esto es una costumbre para muchos que ya estamos jubilados. Es un rato de desconexión y una carga de energía para cada día», comenta otro de los ourensanos que hace uso de A Chavasqueira después de bajar el volumen de su móvil, en el que está escuchando clásicos de la copla española. Un rato para relajarse y disfrutar de la naturaleza.
Pero el área termal de A Chavasqueira está clausurada. Las pozas están rodeadas de vallas que ha colocado el personal del Ayuntamiento. De ahí que en varias ocasiones, la policía haya obligado a retirarse a las decenas de ourensanos que apuran los rayos de sol en este lugar. «Vienen y nos piden que salgamos al césped y, claro, les hacemos caso. Pero no entendemos cómo es posible que esto todavía no esté acondicionado y en uso», dice una de las personas que va a diario. Desde el Concello también han cortado el agua de las duchas, así que la única posibilidad que existe de remojarse es o a orillas del río, que siendo la estación que es está congelado, o en las pozas de agua caliente. Aún así hay deportistas, personas que salen a correr o a dar un paseo, que terminan su carrera zambulléndose en el Miño. Pero la mayoría prefiere terminar el ejercicio físico con un baño en las termas.
Muchos de los vecinos que acuden a esta zona natural ourensana tienen como objetivo el cuidado de la salud, ya que estas aguas medicinales están recomendadas para tratar enfermedades de la piel o dolores musculares. Otras, sin embargo, son ourensanas que buscan relajarse y compartir un rato de conversación con amigas, poniéndose morenas al mismo tiempo.
La subida de temperaturas de estos últimos días ha propiciado que más vecinos se animen a ir a A Chavasqueira, incluso a sentarse en el césped junto a sus mascotas o a un buen libro. ¿Se trasladarán a Outariz cuando las instalaciones estén listas? «A verdade é que non. Cada zona ten o seu público, tamén en base á situación. Estas son as que están máis preto da cidade e somos moitos os que vimos dando un paseo. Ata alí non chegamos, por iso queremos que acondicionen estas», termina otra de las vecinas.