Las obras de Celso Emilio Ferreiro de Ourense desesperan a vecinos y comerciantes
OURENSE
Las últimas tormentas vuelven a provocar daños en la calle, cerrada desde mayo
12 sep 2023 . Actualizado a las 13:42 h.El día de las elecciones municipales, el pasado 28 de mayo, una gran tormenta reventó por completo la red de saneamiento de la calle Celso Emilio Ferreiro. Las aceras y la calzada se vieron gravemente afectadas y casi de forma inmediata comenzaron las obras de reparación. Cuatro meses después, esos trabajos siguen en marcha y los vecinos y comerciantes de la zona empieza a desesperarse, especialmente después de que el pasado fin de semana las tormentas volviesen a provocar problemas en la calle.
Las obras se han concentrado en las últimas semanas en la confluencia con Curros Enríquez y los afectados echan en falta más agilidad en los trabajos en el primer tramo de Celso Emilio Ferreiro, que hoy cumple 106 días cerrado. Vecinos y comerciantes desconocen cuánto más habrá que esperar para recuperar la normalidad y el Concello de Ourense tampoco aclara nada al respecto. Trasladada esa consulta ayer al Ayuntamiento, el gobierno municipal se negó a dar una respuesta a La Voz de Galicia sobre los plazos previstos para la finalización de las obras.
«Levámolo con sufrimento e resignación», resume Aquilino Blanco, de la tienda de informática AIT, que destaca que el impacto de las tormentas de este fin de semana era fácil de prever. «Sabíamos que ía chegar o tempo de chuvias e que ía pasar o que ía pasar. Isto sÓ foi urxente para adxudicar directamente a quen eles lles deu gana e despois urxencia non está tendo. Os venres ás tres da tarde os obreiros paran e non volven ata o luns. Cando é unha obra de urxencia, o que quere dicir é que hai varias quendas e que traballan de noite», denuncia Blanco, que echa en falta más información por parte del Concello: «Non sabemos nada».
«Nadie nos dice nada, solo se oyen rumores, que si solo van a dejar un carril, que si no van a dejar plazas de aparcamiento, que si se acababa en agosto, que si se acababa antes de fin de año, que si acababan el año que viene... Y no podemos seguir así», denuncia, por su parte María Fírvida. Su pareja es Pablo Gregorio Abad, que dirige el estudio de tatuajes Gregory, uno de los más afectados por los daños que provocó el reventón del pasado mes de mayo. «Llevamos cuatro meses con ruidos constantes, vibraciones, locales a los que le entra arena y agua a través de los baños... Escuchamos rumores de cuándo se va a acabar la obra, pero abren zanjas, las cierran y las vuelven a abrir», denuncia.
Esta situación, tan extendida en el tiempo, está pasando factura a los negocios de la zona. Un taller cerró ante la imposibilidad de seguir atendiendo a sus clientes y otros afectados, como Aquilino Blanco, también dudan sobre el futuro de sus comercios. Y las tormentas del pasado fin de semana no ayudan a mejorar las cosas. «Si llega a pasar durante la semana, a la poca gente que pasa por la calle, es decir los pocos clientes que vienen por la zona, ni se le ocurre venir. Por lo tanto, las ventas vuelven a bajar y al final los negocios tienen una situación económica insostenible», lamenta María Fírvida.
La calle es clave para la movilidad en la ciudad, especialmente ahora que acaba de arrancar el curso escolar, pero a los comerciantes afectados lo que les preocupa es, sobre todo, la viabilidad de sus negocios. «Tuvieron todo el verano para arreglar una calle de paso constante y no lo han hecho. Solo se pide una fecha para poder valorar si a los negocios continúan abiertos o si lo mejor es cerrar y dejar de perder dinero. Los autónomos de la calle siguen pagando sus impuestos, sus alquileres, manteniendo a sus familias sumidos en la incertidumbre de si mañana podrán abrir, de si alguien entrará por la puerta o los clientes se irán a otras zonas de mejor acceso», dice Fírvida.