Hace 30 años el Coren cesaba al carismático entrenador Tim Shea y fichaba al ayudante del Joventut

Fue entrenador del Club Ourense Baloncesto, en la transición en que dejó de llevar el nombre del patrocinador Caixa Ourense para denominarse Coren, un equipo que estuvo de moda en 1993 por ser el primero en Europa en jugar con un quinteto de afroamericanos. Entre ellos, los talentosos André Turner o Chandler Thomson. Les llamaron los Jackson Five. Era Timothy Shea, un entrenador también norteamericano (Nueva York, 1949), afincado en Lugo. En su primera etapa en el club ourensano (1992-94), el neoyorquino tuvo muchos éxitos, pero también encontronazos que derivaron en su despido en su tercera temporada en Ourense. De ello daba cuenta La Voz de Galicia en su edición del 11 de febrero de 1994. «Punto final a una tensión latente», titulaba el periódico aquella jornada. «El Coren decide cesar al técnico Tim Shea por ‘conducta grave'», explicaba el antetítulo. «Dada la conducta culpable observada por usted, el consejo de administración acuerda, por unanimidad y con carácter cautelar, apartarle del equipo, quedando relevado de sus funciones como entrenador. Próximamente se le comunicarán los cargos que se le imputan y, en su caso, la sanción disciplinaria que se le imponga», rezaba el comunicado que se dio a conocer.

La directiva prescindía de los servicios del entrenador en un momento clave de la competición en la ACB, la recta final de la liga, y cerraba un largo capítulo de disputas internas. El consejo de administración tomaba la decisión por unanimidad tras reunirse en la mañana del 10 de febrero en el club. Por la tarde, alguno de los consejeros se presentaban en el Pazo dos Deportes con el documento de despido, con la intención de que Shea lo firmase. El técnico había dirigido la sesión de entrenamiento matinal de ese jueves, pero ya no se ocupó de la vespertina.

Luis Rodríguez, entonces gerente del Coren, había sido objeto de los dardos del entrenador americano, quien se quejaba de interferencias en su trabajo deportivo, algo que Rodríguez negó tajantemente. «Nadie se ha metido en su trabajo ni le ha impuesto nada en absoluto. En ningún caso se le dijo cómo se debía entrenar, a qué horas o cuáles jugadores eran los más indicados para jugar. De todas formas, he de decir que algunos consejeros sí manifestaron discrepancias en torno a los sistemas de juego o la preparación física». Sin embargo, el responsable de la administración de la entidad subrayaba que todos habían sido muy respetuosos con él. «Yo sé como es Tim Shea porque lo conozco desde hace varios años y algunas cosas que ha comentado me suenan a excusa», afirmaba el gerente, dejando caer que había numerosas disputas entre entrenador y jugadores. Luis Rodríguez añadía que era una situación que se había dado en varias ocasiones y con distintos profesionales.

{Aquí puede acceder a la página que se publicó el 11 de febrero de 1994}

El contrato de Tim Shea aún tardaría en resolverse unos días, pero ya no volvió a sentarse en el banquillo del Coren Ourense esa temporada. En el siguiente partido, ante Banco Natwest de Zaragoza, lo dirigió el entrenador coordinador de las secciones inferiores, Manuel Gómez. Aún le tocaría llevar la batuta en otro encuentro, ante el Pamesa Valencia, debido a la falta de sustituto. Ambos partidos se saldarían con sendas derrotas. Finalmente, llegaba Randy Knowles, que venía de ser entrenador ayudante en el Joventut de Badalona, para afrontar las últimas cuatro jornadas de la liga regular. Con Knowles en el banquillo, el Coren ganaba tres de esos cuatro últimos partidos del campeonato y se clasificaba, por segunda temporada, para jugar el play off por el título. Ganarían la primera eliminatoria ante Andorra y caerían contra Estudiantes, si bien vencieron en el encuentro disputado en el Pazo dos Deportes.

Tim Shea volvería en una segunda etapa, ya más corta, al Ourense Xacobeo. Presentó un balance de una victoria y siete derrotas en ocho partidos que le costó el puesto en una convulsa campaña 1997-98. El americano había llegado a finales de la temporada 90-91, en la que salvó al equipo en el play off de permanencia. Protagonizó dos de las temporadas en la que Ourense brilló en el baloncesto nacional, pero también tuvo sus sombras.

Después, trabajó como ojeador para equipos de la NBA, volvió a entrenar, al Atlético de Madrid y a la selección de Nigeria, y continuó realizando trabajos como consultor internacional de baloncesto, aunque el deporte que más le apasionó siempre fue el béisbol.

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