Jesús Vázquez habla sobre la candidatura de Ribadavia en el concurso de Ferrero Rocher: «No puedo ocultar mi felicidad»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Jesús Vázquez, en el encendido de la Navidad de La Alberca, el pueblo que ganó en el 2023
Jesús Vázquez, en el encendido de la Navidad de La Alberca, el pueblo que ganó en el 2023

El presentador gallego valora una nueva edición de la campaña para iluminar de Navidad de un pueblo de España

16 nov 2024 . Actualizado a las 12:46 h.

Por segundo año consecutivo, la campaña de Ferrero Rocher que busca iluminar la Navidad de un pueblo de España, tiene entre sus finalistas un municipio gallego. En el 2023 Celanova fue uno de los municipios seleccionados. Este 2024 le ha tocado a Ribadavia, que se enfrenta a otras cuatro localidades: Ágreda (Soria), Biar (Alicante), El Coronil (Sevilla) y La Adrada (Ávila). La marca de los bombones dorados anunciará el próximo lunes, día 18, cuáles son los tres pueblos que pasan a la siguiente fase. Para votar por la capital de O Ribeiro solo hay que entrar en la página web de Ferrero Rocher, registrarse de manera gratuita y clicar en el apartado del concurso Juntos brillamos más. De nuevo, el comunicador gallego Jesús Vázquez es el encargado de conducir la campaña. Presentó la gala de presentación de los cinco finalistas de esta edición, en la que introdujo la propuesta de cada pueblo y estuvo acompañado por los alcaldes de los municipios, entre ellos, César Fernández, regidor popular de Ribadavia.

—¿Qué le parece esta iniciativa de Ferrero Rocher?

—Creo que es verdaderamente especial y significativa, porque transmite un mensaje de esperanza y comunidad. Este año, como en los anteriores, tengo la oportunidad de llevar esa ilusión a un nuevo pueblo y para mí es un honor hacerlo. El onceavo aniversario de este proyecto es un momento único y marca el comienzo de la Navidad de una manera muy emotiva. A lo largo de todos estos años he sido testigo de cómo esta acción une a las personas y de cómo las sonrisas, el entusiasmo y la generosidad se multiplican. Lo más hermoso de todo esto es darse cuenta de que la simple acción de compartir puede generar mucho bienestar colectivo, sacando lo mejor de cada uno.

—¿Cómo ha visto la evolución en cuanto a la participación e implicación de los pueblos?

—He tenido la suerte de ver una evolución increíble. Desde el principio, la respuesta de la gente ha sido muy positiva, pero lo que más me ha impresionado es ver cómo los pueblos se han ido involucrando más y más cada año. Es como si el evento se convirtiera en un símbolo de lo mejor que tiene cada lugar, que es la capacidad de reunirse y compartir.

—El año pasado fue Celanova y este, de nuevo, hay un finalista gallego. ¿Cómo recibe esta noticia?

—Con mucha alegría y mucho orgullo. Como embajador de Ferrero Rocher debo permanecer imparcial, pero no puedo ocultar mi felicidad.

—¿Conoce Ribadavia? ¿Cuál cree que es su mayor encanto?

—No la conozco personalmente, pero creo que el casco antiguo es magnífico, entre otras muchas cosas.

—Aunque lleve décadas afincado en Madrid, ¿le sigue tirando la tierra? ¿Visita Galicia con frecuencia?

—Yo nací en Ferrol y los mejores recuerdos de mi infancia están ligados ahí. También tengo muchas anécdotas en los pueblos de Cabanas y Pontedeume, donde pasábamos los veranos. Fueron años muy felices. Ahora ya tengo poca familia allí y voy menos, pero la vinculación sigue siendo muy grande.